El discurso de EPN comenzó con el reconocimiento hacia el organismo internacional, que desde hace 70 años ha existido, para unir a todas las naciones en una misión por cumplir “los más nobles ideales, como son la paz y la seguridad internacional; los derechos humanos y el progreso social” señaló.
Enfatizó en el rol que ha tenido México durante estas siete décadas, calificándolo como el país que ha mantenido “el mayor de los compromisos con este foro”. Poniendo como ejemplo el impulso que tuvo México en la creación del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, el rol queha desempeñado la diplomacia mexicana como mediadora de conflictos y el papel que tuvo en el Tratado sobre el Comercio de Armas.
Pero lo que dejó Peña en alto ante el organismo es el compromiso del Estado con “la ley, los derechos humanos y la paz”. Destacando que en el trienio 2014-2016, México se ha desempeñado como parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo haya declarado como el país con más denuncias de violaciones de derechos en el continente.
“Hoy, mi país tiene una de las legislaciones más avanzadas en favor de los derechos humanos y trabajamos para asegurar su vigencia en toda la geografía nacional”, manifestó, a pesar de que recientemente se cumplió un año del caso Iguala, un poco más el Caso Tlatlaya, las frecuentes desapariciones y agresiones a activistas en pro de los DDHH y de los sistemicos asesinatos a periodistas.
Aprovechó para responder de una manera indirecta a Donald Trump, quien ha realizado una campaña basada en la xenofobia y discriminación a los migrantes latinos, especialmente a los mexicanos. “Las sociedades deben estar alertas frente a quienes se aprovechan de sus miedos y preocupaciones, ante los que siembran odio y rencor, con el único fin de cumplir agendas políticas y satisfacer ambiciones personales.” expresó el jefe de Estado.
“Estas condiciones se agravan cuando por ignorancia, mala fe, racismo o mero oportunismo político, los migrantes y sus hijos son estigmatizados y responsabilizados de las dificultades propias de los países de destino”, añadió refiriéndose a la xenofobia que es palpable en Europa, con el caso de los migrantes sirios y en Estados Unidos con una creciente ola de odio en conttra de migrantes latinos.
También se mostró en contra del “poder de veto con fines exclusivamente nacionales, frenando con ello la acción internacional”, del que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) han abusado en distintas problemáticas
El presidente cerró reafirmando el compromiso que tiene México ante el ente, recalcando con fallas en el habla, que “el multilateralismo es la vía idónea para superar problemas mundiales”.