El aumento de 5,000% en el precio del Daraprin, un medicamento para tratar infecciones mortales, causó gran revuelo en Estados Unidos, donde los medicamentos a menudo pueden ser vendidos mucho más caros que en otros países.
De un día para el otro, Turing, la farmacéutica que adquirió la patente del Daraprin en agosto, aumentó 5,000% el precio de este medicamento utilizado contra la malaria, taxoplasmosis, e infecciones derivadas del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), con este aumento el precio de cada comprimido subió de 13.50 dólares a 750 dólares.
El CEO de Turing Pharmaceuticals MartinShkreli, en entrevista con Bloombergm, argumentó que el Daraprim, comercializado desde hace 62 años, no era rentable, además de ser ligeramente dañino y había prometido financiar con los nuevos beneficios investigaciones para mejorar el medicamento. Finalmente la compañía dio marcha atrás a la decisión ante la lluvia de críticas y acusaciones de avaricia, sin embargo no ha revelado el nuevo precio.
Recientemente la compañía farmacéutica Rodelis Therapeutics desistió de aumentar el precio de 480 a 10,800 dólares por 30 pastillas de la cicloserina, un medicamento para casos raros y mortales de tuberculosis multirresistente a antibióticos, esto tras la presión de grupos de médicos.
Más allá de estos dos casos, debido a algunas reglamentaciones en Estados Unidos, las compañías farmacéuticas tienen permitido fijar el precio, y así vender a precios exorbitantes medicamentos esenciales contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Los estadounidenses pagan más de dos veces el precio de medicamentos vendidos en México, por ejemplo los nuevos anticancerígenos Tarceva, de Roche, cuyo precio máximo a la venta en México para una caja con 30 comprimidos de 100 mg es de 32,770 pesos, pueden llegar a conseguirse en más de 5,500 dólares en Estados Unidos, casi 95,000 pesos.
Dentro de cinco años, estos nuevos anticancerígenos estarán disponibles en su versión genérica con la expiración de las patentes de las farmacéuticas, que justifican los altos precios por la necesidad de financiar la investigación de nuevos medicamentos.
Debido a la cantidad de mensajes de odio, el CEO de Turing Pharmaceuticals Martin Shkreli cambió a privada su cuenta de twitter. Esto tras haber defendido el aumento con uñas y dientes por ese medio.
Según un estudio británico cuyos resultados serán presentados al Congreso Europeo sobre el cáncer en Viena este fin de semana, los laboratorios farmacéuticos facturan en Estados Unidos hasta 600 veces el costo de producción de medicamentos, indicó a la el profesor de farmacología Andrew Hill, de la universidad de Liverpool y coautor del reporte.
Contrariamente a México, en que la Secretaría de Economía publica una lista con el precio máximo a la venta, en Estados Unidos “los grupos farmacéuticos pueden facturar lo que ellos quieren porque una ley impide que las agencias gubernamentales como Medicare negocien los precios de los medicamentos, con excepción de los hospitales militares”, explica Hill.
La precandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton describió como “chocante” la decisión en un mensaje de Twitter, además de que un mitin de campaña, la ex secretaria del Departamento de Estado prometió que, de llegar a la presidencia, se ocupará de que las farmacéuticas reduzcan los costos de los medicamentos. El mismo día las acciones del sector bajaron más de 4% en los mercados.
Con información de AFP/Jean-Louis SANTINI