El día miércoles por la noche fueron hallados los cuerpos sin vida de José Joaquín Pérez Morales y Aurelio Hernández dentro de una habitación del Hotel Carranza, en el centro de Villahermosa, estado de Tabasco. Ambos fueron encontrados sin mostrar señales de violencia, por lo que no se descarta que pudieran haber sido envenenados.
Joaquín Pérez Morales era reconocido como reportero y columnista, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Escribía para varios diarios locales, aunque actualmente su empleo principal era como abogado en la delegacional tabasqueña de la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario y Territorial y Urbano).
Hernández, por su parte, era un fotógrafo del Instituto de Cultura de Tabasco; además, colaboraba en distintos medios locales en el área de política. Se desempeñó también como presidente de la Unión de fotógrafos de Tabasco.
De acuerdo con testigos, la noche del 23 de septiembre ambos periodistas ingresaron al hotel en compañía de dos mujeres. Una hora más tarde salieron a comprar comida y regresaron al cuarto del Hotel Carranza. Pero nadie reporta ruidos extraños ni incidentes durante el resto de la madrugada.
El 24 de septiembre, al haberse superado la hora de salida, la mucama Maricela Sánchez Gallegos, abrió la puerta de la habitación con llave maestra y los halló boca abajo, sin vida. Pérez Morales se encontraba junto a la cama, mientras que Hernández estaba en el baño. Según los reportes iniciales, en la recámara también había latas y vasos de bebidas, así como carteras con documentos personales. No se detectó ningún rastro de agresión tanto en los cuerpos de los periodistas como en la habitación de hotel.
Investigación en desarrollo
La Fiscalía General de Tabasco informó, a través de un comunicado, que ya se encuentra trabajando en conjunto con la Procuraduría General de la República (PGR) para desarrollar la investigación pertinente en cuanto a las muertes de ambos periodistas.
Fernando Valenzuela, fiscal del estado, aseguró que ya se tomaron muestras de orina, sangre, y líquidos gástricos para ser enviadas a la PGR y esclarecer si se trató de un envenenamiento. Asimismo, los peritos están recopilando material de las cámaras de seguridad, entrevistas con el personal del hotel y otros involucrados.
Hasta el momento, se sabe que José Joaquín Pérez Morales murió a causa de una insuficiencia respiratoria y Aurelio Hernández sufrió de una tromboembolia cardiopulmonar.