Iron Maiden
Book of Souls
Parlophone Records, 2015
Después de cinco años de silencio, la Doncella de Hierro reaparece con su álbum de estudio número dieciséis, el cual los llevará a emprender el próximo año el The Book of Souls World Tour a bordo de un Jumbo Jet 747-400 –el cual en algún momento será pilotado por el propio Bruce Dickinson– decorado expresamente para la ocasión. Por ahí aparecen un par de buenos temas (“The Book of Souls”, “The Great Unknown”), pero el disco es regular y se entiende: no puedes ser el mismo cuando llevas 40 años bregando en este negocio. De cualquier modo, gracias por el entusiasmo, Iron Maiden.
Charlie Haden & Gonzalo Rubalcaba
Tokyo Adagio
Blue Note Japan Inc. 2015
Tras la muerte el año pasado de esa leyenda del bajo que fue el estadounidense Charlie Haden, aparece este álbum a dúo con Gonzalo Rubalcaba, el pianista cubano al que Haden impulsó para dejar la isla y tocar con él. Tokyo Adagio es un disco en vivo grabado en el año 2005 en un pequeño club en Tokio, donde la intimidad y complicidad conseguida por dos músicos extraordinarios se desborda y trasciende el caos de una urbe tan complicada como esa, para convertirla por espacio de una hora en un santuario improbable. Una auténtica maravilla.
Leona Lewis
I am (Deluxe)
Island Records, 2015
Por razones perversas e incomprensibles, Leona Lewis siempre ha sido comparada con Whitney Houston, Mariah Carey y Christina Aguilera. Nada que ver. La cantante británica se halla miles de años luz de ellas. Afortunada o desafortunadamente, no ha tenido la misma suerte que las “divas”. De manera paradójica, I am, su quinto álbum de estudio, parece haber sido producido para Whitney, Mariah o Christina, es decir, es un disco demasiado pop que sólo trata de vender unidades y acaso colocar dos o tres sencillos en los charts. Mal, muy mal. La voz de Leona está para grandes cosas, no para experimentos banales como este.