Ahmed Mohamed es un estudiante musulmán de 14 años, atiende a la secundaria MacArthur en Irving, Texas, y el 14 de septiembre fue arrestado por llevar un reloj que él mismo fabricó a las inmediaciones de su escuela. Sí, fue arrestado. ¿La razón? Su maestra y directivos pensaron que su reloj tenía pinta de bomba casera.
Larry Boyd, jefe de la Policía de Irving, negó que el arresto no estuvo motivado por el origen musulmán del adolescente, y aseguró que “la reacción hubiera sido la misma sin importar el color de la piel”. Por su parte, la escuela secundaria emitió un comunicado en donde afirma que, a pesar de las críticas, había logrado su cometido de mantener la seguridad de sus estudiantes. Desafortunadamente, el comunicado no admite ni reconoce que la confusión del incidente podría haberse provocado por Islamophobia.
La Policía mantuvo al adolescente custodiado –absurdamente– mientras estudiaban la posibilidad de presentarle cargos en contra de Ahmed por fabricar una “bomba falsa”. Por fortuna, liberaron al adolescente de 14 años, el mismo día de su detención.
El incidente provocó reacción en cadena en redes sociales, en donde la gente, en especial en Estados Unidos, mostraron su apoyo a Ahmed y condenaron el racismo latente al que fue sujeto el joven, con el hashtag #IStandWithAhmed.
El miércoles, Ahmed Mohamed, quien siempre ha estado interesado en la robótica y pasa su tiempo libre construyendo aparatos, dio una breve conferencia de prensa para aclarar su situación, su deseo de cambiar de escuela, y su agradecimiento a todos quienes lo apoyaron luego de la infortunada confusión.
Ahmed dijo a los reportero que se sintió “muy triste” de que su maestra sintiera una amenaza por el reloj que él pasó su domingo fabricando. “Construí un reloj para impresionar a mi maestra pero cuando se lo mostré ella creyó que se trataba de una amenaza. Estoy muy triste de que ella haya tenido la impresión incorrecta de mi invento”.
Mohamed Elhassan Mohamed, el padre de Ahmed, originario de Sudán, aplaudió la ingenuidad y creatividad de su hijo, agregando que el adolescente es quien arregla todo en su casa, incluyendo el celular y computadora de su padre. “Es un niño muy brillante, y dijo que solo quería mostrar su trabajo al mundo”.
En la misma conferencia de prensa del día miércoles 16 de septiembre, Ahmed afirmó que las muestras de apoyo lo ha hecho sentir mucho mejor y que desea dedicarse a seguir inventando y fabricando aparatos. Agregó que quiere apoyar a todos los niños y jóvenes que tienen iniciativa para construir e innovar, y extendió el mensaje “No dejen que la gente cambie quienes son. Aún si esto les trae consecuencias”.
Poco después del incidente, reconocidas personalidades en Estados Unidos hicieron llegar mensajes de motivación y extendieron invitaciones a Ahmed vía Twitter. Entre ellos, el presidente Barack Obama, la candidata del partido demócrata Hillary Clinton, Bobak Ferdowsi, ingeniero de sistemas en la NASA, y Mark Zuckerberg, CEO de Facebook.
Sin embargo, Ahmed confiesa que la invitación más emocionante viene del MIT (Massachusetts Institute of Technology), la prestigiosa universidad tecnológica de Boston. “Sueño con atender al MIT”, recalcó Mohamed.
Esto, luego de que durante una entrevista en cadena nacional estadounidense, la reportera sorprendiera a Ahmed Mohamed y a su madre con la viista de Chanda Prescod-Weinstein, una astrofísica de MIT, que fue quien extendió la invitación al adolescente de visitar el famoso Instituto Kavli para la astrofísica y la investigación espacial.
“Solo quiero decirte que eres mi estudiante ideal”, le mencionó Prescod-Weinstein a Ahmed. “Un pensador creativo e independiente como tú es el tipo de persona que debe convertirse en físico. Eres el tipo de estudiante que queremos en lugares como MIT.
Por desgracia, el episodio de Ahmed no es único; sólo ha vuelto a llevar luz al problema latente de racismo en Estados Unidos. Aun si las autoridades de la escuela y la Policía local se niegan a aceptarlo, la especulación de que un niño de 14 años podría llevar una bomba a la secundaria está enraizada en fuertes prejuicios contra el Islam. La paranoia de los ataques en escuelas es, hasta cierto punto, entendible en Estados Unidos, lo que es triste y reprobable es que un joven brillante , con la motivación de innovar, tuviera que ser llevado al extremo del arresto sin ningún otro fundamento aparente más que su origen musulmán.
(Con información de Wired)