La cancillería de México confirmó hoy la muerte de otros seis turistas mexicanos en Egipto, con lo que suman ocho los fallecidos por el ataque perpetrado el domingo por fuerzas de seguridad egipcias contra el convoy en el que viajaban en el desierto.
Personal diplomático y consular “tuvo acceso a los restos mortales de víctimas del ataque y pudo confirmar que estos corresponden a los de seis mexicanos que formaban parte del grupo de turistas y cuyo estado no había podido ser corroborado hasta ahora”, dijo la cancillería en un comunicado, luego de que el lunes fueran identificados los otros dos fallecidos.
El
ataque de las fuerzas de seguridad contra un grupo de turistas en el desierto
occidental dejó el pasado domingo a 12 personas fallecidas, 9 heridos y 5
personas más de las que se desconoce su ubicación.
El
portavoz de Interior egipcio, Ayman Helmi, explicó a la agencia Efe que
las víctimas mortales son ocho mexicanos y cuatro egipcios, mientras que entre
los nueve heridos figuran siete nacionales de México. Los heridos se encuentran
ingresados en el hospital de Dar al Fouad, en las afueras de El Cairo, y su
situación es “estable, fuera de peligro”, según manifestaron el portavoz
de Exteriores, Amhed Abu Zeid, y un responsable del centro médico.
Todavía la
noche del lunes, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu,
dijo que con base a la información confirmada por el personal de la Embajada
eran 6 los mexicanos heridos y en condiciones estables, y 2 los connacionales
fallecidos quienes ya fueron identificados. La canciller agregó que los mexicanos formaban
parte de un grupo que fue atacado por fuerzas de seguridad de Egipto, que
confundieron a los turistas con “elementos terroristas” en el desierto
occidental.
El
guía turístico egipcio Shauqi Yusef, amigo de uno de los fallecidos en el
ataque, relató al diario español El Mundo que la agresión fue perpetrada desde
varios helicópteros que dispararon contra los turistas.“Fueron helicópteros
Apache los que les dispararon […]. Acompañaba a unos 14 mexicanos. Los
helicópteros del ejército lanzaron tres bombas sobre el convoy”, dijo Yusef.
Hisham
Gaudat, otro de los guías turísticos apostado en el hospital, dijo al mismo
medio que los turistas “pararon para comer algo en el camino. Eran cuatro
todoterrenos. Estaban sentados en el lugar. Los militares estaban buscando a
terroristas en el desierto y por error los mataron”.“Fueron tratados como
terroristas pero no lo eran”, dijo Gaudat. Y agregó: ”Es cierto que era una
zona restringida pero hace unos días levantaron la prohibición y la empresa
tenía el permiso de la policía turística para realizar el viaje. Sabían que
tenían permiso y los agentes estaban allí”.
Incluso,
en el portal mexicano, se puede observar una imagen del permiso de seguridad
con el que contaban los turistas mexicanos y que fue difundida la tarde de este
lunes, con la que agencia busca desmentir al Ministerio de Turismo de Egipto
que aseguró que los connacionales no contaban con la autorización de estar ahí.
¿Quiénes
eran los mexicanos?
De
acuerdo al sitio web de la BBC, la Cancillería mexicana confirmó los nombres de tres de los mexicanos abatidos, quedando aún tres por identificar.
Las víctimas identificados son Luis Barajas Fernández, oriundo de Tamaulipas, María de Lourdes Fernández Rubio, y el tapatío Rafael Bejarano Rangel, cuya muerte le fue confirmada a la familia
por guías de turismo de Egipto.
El embajador mexicano en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, informó que los turistas
heridos son Colette Gaxiola Insunza, Susana Calderón Gallegos, Patricia Velarde
Calderón, Juan Pablo García Chávez, Maricela Rangel y una persona de quien el
embajador no precisó sus datos.
La
mayoría de los turistas son originarios de Guadalajara, aunque también viajaron
2 de Guanajuato y uno de la Ciudad de México.
El grupo se conoció en un grupo espiritual que organizó Rafael Bejarano, “un hombre
de mucha paz” según lo define su sobrino David Díaz Bejarano. Incluso la
visita a Egipto no sólo era turística, sino también un pretexto para encontrar
un espacio de reflexión. “Eran viajes espirituales”, cuenta.
Rafael
se definía como chamán, una persona que invoca espíritus y realiza prácticas
curativas.En la página de Facebook del guía Nabil Altamawi, quien acompañaba al
convoy, aparece Bejarano en un restaurante tocando el instrumento y vestido con
traje wixárika, un pueblo indígena de Jalisco también llamado huichol.
“Ayudaba a la gente, trabajaba con energía y la música”, recuerda su
sobrino. “Ayudaba a los chamanes, a los huicholes”.
Por
su parte Maricela Rangel, madre de Rafael Bejarano, quien organizaba estos
viajes desde hace tiempo, aseguró que todos en el grupo se conocían, y que
incluso, no de ellos le informó del ataque. “Me comentó que estaban
cenando en el desierto para continuar con el itinerario programado, y entonces
los bombardearon, hasta donde sé murieron calcinados, y a los que se quisieron
refugiar los agarraron a balazos”, dijo, según la información recabada por
la BBC.
(Con
información de Sin Embargo y BBC)