Se ha informado
que la policía húngara se retiró de la entrada de la principal terminal
internacional de trenes de Budapest, luego de un enfrentamiento de dos días con
miles de migrantes y refugiados desesperados que trataban de llegar a Austria y
Alemania.
La estación
Keleti permaneció cerrada a cualquiera que no tuviera un permiso legal para
viajar a la región Schengen de Europa, pero esta mañana reabrió sus puertas y
muchos migrantes y sus hijos se empujaron para abordar los trenes por puertas y
ventanas, informó Reuters. No obstante, según BBC, un comunicado público anunció
la suspensión “indefinida” de los trenes internacionales con destino a Europa
Oriental, de modo que no queda claro si los migrantes podrán abordar hoy esos
transportes.
El martes y
miércoles, muchos refugiados no pudieron acceder a la estación, por lo que
tuvieron que montar tiendas o dormir con mantas a la intemperie. Cientos de
ellos protestaron, levantando a sus bebés y niños frente a las cámaras y
coreando: “¡Libertad, libertad!”. Según el diario Telegraph, a principios de semana unos dos mil migrantes estaban
usando el único servicio público de sanitario y ducha fuera de la estación.
No se ha
determinado qué motivó la decisión de Hungría de retirar a la policía de la
estación, este jueves. Este lunes, 3 650 migrantes y refugiados llegaron a
Viena (cifra récord diaria según la policía austriaca), lo que apunta a que
funcionarios húngaros han renunciado al esfuerzo de registrar a los migrantes,
situación que ha resultado en la enorme cantidad que aborda los trenes.
Un portavoz de
la policía austriaca dijo que, por el momento, no hay servicio entre Budapest y
Viena, y un vocero del gobierno húngaro ha informado que no saldrán trenes
internacionales de Keleti por “motivos de seguridad”, según Sky News.
El martes por la
noche, cuando la estación de radio BBC World Service preguntó porqué el
gobierno húngaro impidió que los migrantes abordaran trenes a principios de la
semana, el portavoz del gobierno, Zoltan Kovacs, respondió que fue por “una
serie de malentendidos ocasionados por declaraciones alemanas, respecto de
aceptar a cualquiera que manifestara ser originario de Siria”.
Su comentario
podría referirse a la decisión de Alemania de suspender la legislación Dublín
de UE para el caso de los refugiados sirios. Dicha legislación establece que
cualquiera que solicite asilo en Europa debe ser procesado en el país al que
llegue inicialmente pues, de lo contrario, puede ser deportado.
Al 25 de agosto,
cerca de 133 mil personas habían solicitado asilo en Hungría y la cifra sigue
aumentando, según la declaración de un correo enviado por la Misión Budapest de
la Organización Internacional para Migración (OIM). La Organización espera que
la cifra se eleve a 200 mil para fines de año, quintuplicando las 43 mil
solicitudes que recibió Hungría en 2014.
El jueves, la
agencia noticiosa nacional húngara anunció que Gergely Gulyas, prominente
legislador del partido gobernante, dijo que el Parlamento probablemente aprobará
enmiendas legales que detendrán el influjo de migrantes al país y reducirán a
“cero” los cruces fronterizos ilegales para mediados de mes, según información
de Reuters.