Frecuentemente la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publica llamados a revisión de algunos productos que se ha determinado están defectuosos, sin embargo, la falta de respuesta de los consumidores a estos llamados podría representar un grave riesgo.
Por ejemplo, la línea Dodge Journey de Chrysler, en modelos desde el 2011 y hasta el 2015, viene con un defecto de fabricación que podría quemar la cubierta del motor. “La cubierta de motor de algunos de los vehículos arriba mencionados, podría separarse de su punto de sujeción y hacer contacto con el convertidor catalítico del vehículo. Esta condición podría ocasionar que se queme la cubierta de motor causando un evento térmico”, anunció hace unos días la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Lo alarmante es que Chrysler ha vendido, al 17 de agosto, 46 231 vehículos Dodge Journey que podrían estar afectados.
Hace apenas un mes, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos sancionó a la compañía por incumplimientos en 23 llamados a revisión de más de 11 millones de vehículos de la marca de automóviles. En algunos casos, debido a la ubicación del tanque de gasolina, si el vehículo estaba involucrado en un accidente, el combustible invariablemente se derramaba provocando un incendio y arriesgando la vida de los pasajeros del vehículo.
En un caso particular, el comprador recibió la carta de notificación para revisar su Grand Cherokee modelo 1994, 8 meses demasiado tarde. Tras ser impactados en la parte trasera por un conductor en estado de ebriedad, la camioneta ardió en llamas. Afortunadamente, los pasajeros salieron con vida. Ahora, Chrysler tendrá que readquirir de sus compradores norteamericanos cerca de medio millón de vehículos y pagar una multa de 105 millones de dólares. Por su parte, la Profeco ha emitido 8 llamados, o ampliaciones a llamados a revisión de vehículos Chrysler o FCA y 6 a vehículos Volkswagen, tan solo en lo que va de 2014.
(Con información de Profeco y NHTSA)