La doctora Silvia Torres-Peimbert es actualmente una de las
astrónomas más reconocidas en el ámbito científico: en 2012 fue electa
presidenta de la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en
inglés) para ocupar el cargo de 2015 a 2018.
Desde que Silvia Torres-Peimbert era niña le gustaban las
matemáticas. “Me interesaba resolver retos, problemas y proyectos matemáticos.
Tenía un interés inherente”, recordó.
Cuando ingresó a la carrera de Física en la Facultad de
Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Torres-Peimbert
eligió cursar materias de astronomía. “Me pareció muy apasionante indagar sobre
las estrellas, las galaxias y, sobre todo, aplicar los conceptos de física a
algo concreto fue lo que más llamó mi atención”, agregó.
A los 18 años ingresó al Instituto de Astronomía como
ayudante de investigador, lo que representó una gran responsabilidad. “Sentí
mucha felicidad porque tenía un trabajo y mi propio espacio en la Torre de
Ciencias. Yo fui del grupo de personas que comenzó a trabajar con la primera
computadora recién llegada a México, una IBM 650. Todo esto me pareció muy
estimulante y enriquecedor. Fue donde inició todo. Me enamoré de la disciplina,
de los temas y de la forma de tratarlos y desde entonces aquí estoy”, comentó.
Experiencia académica
en Estados Unidos
Torres-Peimbert recordó al doctor Guillermo Haro como uno de
sus maestros. “De Guillermo Haro me impresionó su personalidad fuerte mientras
fue director del instituto. El estilo de trabajo lo aprendí de él. Marcaba el
camino que había que seguir, no tanto el detalle científico, sino el detalle
humano y la preocupación por la situación del país y la situación cultural. Me
impactó mucho su estilo de trabajo; fue mi mayor maestro sin haberme dado
clases”, reconoció. Otros de sus maestros fueron Arcadio Poveda, Luis Rivera
Terrazas, Paris Pişmiş y Eugenio Mendoza.
Una de las preocupaciones del doctor Haro, dijo, era que los
estudiantes del Instituto de Física de la UNAM hicieran estudios fuera del
país. “Consideraba que en otras partes había maneras diferentes de ver el
mundo, la ciencia y las áreas de conocimiento. Sin embargo, para él era central
establecer el compromiso de regresar al país”, agregó la también investigadora
emérita. Ella fue una de los estudiantes que consiguió una beca para estudiar
su doctorado en la Universidad de California, Berkeley.
Durante su estancia académica en Estados Unidos, a
Torres-Peimbert le sorprendió “la seriedad y la manera tan completa para hacer
el trabajo. El sistema es más formal, riguroso y se necesita trabajar mucho
para cumplir”, comentó.
Papel de México en el
panorama de la astronomía
De acuerdo con la doctora Silvia Torres-Peimbert, el papel
de México en este campo ha sido digno. “Nuestro trabajo es respetado, pues se
considera que es serio y hay buena apreciación sobre él. Además, existen
investigaciones muy destacadas y de buena calidad. Los colegas trabajan fuerte
y es todo un acumulado de esfuerzos de mucha gente. No quiere decir que todo lo
que hacemos está bien ni que todo se acepte, pero en el país hay trabajo
astronómico”, detalló.
Además de ser una investigadora comprometida,
Torres-Peimbert también es una divulgadora de la ciencia. Una de las labores
que ha coordinado es la de acercar al público mediante conferencias o pláticas
en diferentes partes del país.
La Noche de las Estrellas es una de las actividades que ha
destacado por generar interés en la sociedad. “Ha sido muy emocionante pues
participa mucha gente. Es un esfuerzo colectivo muy divertido. Muchas familias
asisten y considero que es una actividad estimulante hacia los jóvenes y
niños”, dijo sobre este evento que se ha extendido a 50 ciudades al interior de
la República.
Sin embargo, la doctora es consciente de la dificultad que
significa acercar a las personas al conocimiento de la astronomía y, a pesar de
los esfuerzos que se realizan con las pláticas mensuales en el Instituto de
Astronomía, “falta acercarnos más a maestros de primaria y secundaria, ellos
son quienes pueden multiplicar ese conocimiento”, reconoció.
En opinión de la doctora Torres-Peimbert, en el campo de la
astronomía “hay una cantidad de estímulos falsos como el zodiaco, los
horóscopos y los objetos voladores no identificados. Por eso es importante
aclarar y dar a conocer el conocimiento”.
La astronomía, motor
de desarrollo de la ciencia
“La astronomía es una ciencia a la que muchas veces no se le
ve la aplicación directa pero sí puede ser un motor de desarrollo, pues al
resolver un problema apoya a otras investigaciones”, explicó la doctora.
Agregó que ejemplo de ello es “la comunicación inalámbrica,
ya que se ha extendido a todas partes a raíz de unos astrónomos australianos
que necesitaban comunicarse entre ellos. Debido a la naturaleza del estudio de
la astronomía, los astrónomos promueven el desarrollo de mejores instrumentos
precisos, delicados y avanzados en óptica, robots, mecánica”.
En cuanto a los aportes de la doctora Silvia Torres-Peimbert
a la astronomía, comentó que ha contribuido a conocer cómo es la historia de la
galaxia y del universo: “Mi trabajo ha sido de determinación de abundancia de
elementos químicos en los gases del espacio entre las estrellas. He determinado
cómo ha sido la interacción entre las estrellas y los gases, y las siguientes
generaciones de estrellas”.
El trabajo constante,
reto de cada día
La doctora Silvia Torres-Peimbert es una persona que sabe
que para alcanzar un logro hay que trabajar, y considera que para seguir
creciendo profesionalmente hay que aceptar la crítica y entenderla para ser
mejor.
A los jóvenes que quieren dedicarse al estudio de la
astronomía les aconseja trabajar arduamente, no desanimarse y estudiar mucho
física y matemáticas. Además, les sugiere desarrollen habilidades
instrumentales.
Actualmente, la doctora Torres-Peimbert es presidenta de la
IAU. “Fue una gran satisfacción, un honor y una gran responsabilidad”,
manifestó al respecto.
Explicó también que la IAU está en renovación y su objetivo
al frente de la organización es consolidar los cambios propuestos. “En fechas
recientes se ha hecho un esfuerzo muy grande por la divulgación y el desarrollo
de la astronomía. Hay un plan estratégico con el cual queremos consolidar a la
astronomía como un motor de desarrollo de los países”, dijo.
Una de las distinciones que ha recibido la doctora es el
Premio L’Oréal-Unesco para Mujeres en la Ciencia en Latinoamérica en 2011.
“Todos los premios son importantes. Fue un honor, un orgullo, una satisfacción
y un reto porque significa que hay que seguir trabajando para cumplir con las
expectativas del premio. A las mujeres que no han podido ganar, les digo que no
se desanimen, pueden seguir participando en otros años. Sí hay oportunidades de
ganar si son distinguidas en su trabajo”, finalizó.
(Con información de la Agencia Informativa Conacyt)