“En mi sociedad, ser gay significa la muerte y cuando
el EI asesina homosexuales, la mayoría de gente está contenta porque piensan
que somos demoníacos, y el EI se beneficia de ello”, declaró vía
telefónica para la primera reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre
derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero), un hombre iraquí, quien por temor a
represalias se hizo llamar Adnan y no reveló su verdadero nombre.
Actualmente más de 75 de los 193 países miembro de las
Naciones Unidas tienen leyes que criminalizan la homosexualidad, el encuentro
del lunes fue organizado por Estados Unidos y Chile, y fue abierto a todos los
estados miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero Angola y
Chad no participaron. Mientras tanto, China, Malasia, Nigeria y Rusia, con un
historial de abstenciones o negativas en materia de derechos LGBT enviaron
representantes pero no intervinieron durante la reunión.
“Rastrean a los gays de forma profesional. Los cazan
uno por uno”, “cuando capturan a uno, revisan su teléfono, sus
contactos y sus amigos en Facebook”, agregó el hombre que se hizo llamar Adnan.
“Están tratando de localizar a todos los hombres gays. Y es como un efecto
dominó. Si uno cae, los otros también lo harán”.
Este hombre, quien huyó del norte de Irak luego de ser
perseguido, dijo haber sido víctima de la brutalidad de las fuerzas de
seguridad iraquíes incluso antes de la llegada del grupo EI a su ciudad.
Subhi Nahas , originario de Idleb en el noroeste de Siria,
una región devastada por la guerra, quien logró escapar de la persecución y
actualmente trabaja para una organización de refugiados en Estados Unidos, explicó
que los homosexuales son lanzados desde lo alto de edificios y apedreados por
multitudes que vitorean, incluidos niños, como si se tratase de “una
boda”.
En efecto, el Observatorio sirio para derechos humanos
informó el mes pasado que los combatientes del EI lanzaron a dos hombres de un
edificio en la ciudad de Palmira para luego ser apedreados hasta la muerte.
“Ya era hora, 70 años después de la creación de la
ONU, que la suerte de las personas LGBT que temen por su vida en todo el mundo
esté en el centro del escenario”, comentó la embajadora de Estados Unidos ante
la ONU, Samantha Power, quien destacó como “histórico” un encuentro
de este tipo en el seno de la organización.