“Sé lo que he hecho y lo que no. Tengo mi conciencia y sé que soy un hombre honesto. Estoy limpio, no tengo que preocuparme”, declaró Blatter, de 79 años y presidente de la FIFA desde 1998.
Desde hace tres meses la FIFA está inmersa en el mayor escándalo de corrupción de su historia, con la detención en mayo de siete responsables de la organización, acusados de haber movido más de 137 millones de euros en sobornos por contratos de marketing y de difusión televisiva.
Esta institución internacional elegirá su nuevo presidente el próximo 26 de febrero, ya que en junio, días después de ser reelegido para un quinto mandato al frente de la FIFA, Blatter anunció su dimisión en pleno escándalo de corrupción.
“Lo hice (dimitir) porque quería proteger a la FIFA, no para protegerme a mí mismo. Soy lo suficientemente fuerte”, manifestó Blatter.
“La FIFA no es corrupta, no hay corrupción en el fútbol, es con la gente, la gente es corrupta. No se trata de la institución. No puedo entender cuando los medios del mundo dicen que la FIFA es corrupta”, añadió.
Blatter también se refirió a las reformas solicitadas por los principales patrocinadores de la federación.
“Comenzamos las reformas en 2011. Por esto no comprendo que los medios del mundo digan ahora que la FIFA es corrupta. En el terreno es fácil controlar a los jugadores porque tienes límites, tiempo y un árbitro. Fuera del terreno de juego no lo tienes”, explicó.
“¿Quién puede controlar 300 millones directamente, 1,6 billones indirectamente? Es imposible”, subrayó.
El comité de reformas de la FIFA, cuya creación fue anunciada en julio por Blatter, se reunirá por primera vez entre el 2 y el 3 de septiembre en Berna, Suiza.
El dirigente añadió que no se siente “moralmente responsable” de los actos de altos directivos como el estadunidense Chuck Blazer, que admitió haber recibido sobornos relacionados con el Mundial de Sudáfrica 2010.
Blazer, que llegó a amasar una fortuna valorada en 22 millones de dólares, ocultos en sociedades pantalla, acordó colaborar con la justicia estadunidense en 2011 para evitar la cárcel.
Su confesión fue clave para que el Departamento de Justicia de EU presentara cargos contra nueve directivos de la FIFA y otras cinco personas vinculadas a la organización.
A pesar de las dudas alrededor del Mundial de Sudáfrica, Blatter aseguró que aquella justa fue la “más limpia que se ha celebrado nunca”.
El presidente del organismo asegura que la FIFA es la “parte que ha sufrido” a raíz de esos escándalos, si bien cree que resurgirá después del “tsunami” de acusaciones que se vertieron contra algunos de sus miembros.
La elección para suceder a Blatter se celebrará el 26 de febrero. Los candidatos por el momento son el coreano Chung Mong-joon, el presidente de la UEFA Michel Platini, el jordano Ali bin Al Hussein y la antigua estrella brasileña Zico.
(Con infotmación de AFP y agencias)