El sacerdote católico, Alfredo Campos, fue detenido acusado de abuso sexual en Hidalgo, informaron la noche del miércoles fuentes policiales y de la Iglesia católica, que se declaró preocupada por la situación del prelado, pero se comprometió a no obstruir la labor de la justicia.
El sacerdote Alfredo Campos, quien oficia en una parroquia del poblado de Mixquihuala, fue detenido por policías ministeriales de Hidalgo, lo que causó revuelo en la comunidad y una movilización de decenas de feligreses.
Pese a que no se brindaron mayores detalles sobre las acusaciones contra el religioso, trascendió que se trata de un caso de presunto abuso sexual, el problema más grave que enfrenta la Iglesia católica en el mundo en años recientes.
El obispo de la ciudad de Tula, Hidalgo, Juan Pedro Juárez, confirmó la detención de Campos en un comunicado en el que manifiesta su preocupación por el sacerdote, pero al mismo tiempo subraya su deber de “velar por la integridad física y moral de los fieles” con “especial atención en los niños y niñas que en algún momento se vean agredidos”.
Al ser una acusación grave, el obispo dijo que “no puede ni obstruir la justicia, ni menos buscar privilegios” para alguno de sus sacerdotes en el caso de que sean culpables de los delitos de que sean acusados, por los cuales también debe ser sancionado dentro de la Iglesia.
México se vio sacudido en los años 1990 cuando el influyente sacerdote Marcial Maciel, fundador de la orden Legionarios de Cristo que tiene escuelas en distintos países de América Latina, fue acusado por exalumnos y exseminaristas de haber cometido con ellos abusos sexuales.
El sacerdote, fallecido en 2008, nunca fue perseguido judicialmente pese a las múltiples denuncias.
En 2006, el Vaticano ordenó a Maciel retirarse del ministerio sacerdotal y en 2010 los Legionarios de Cristo admitieron los delitos de los que se le acusaba y se deslindaron de él.
(Con información de AFP)