Después de 11 meses de silencio, Ayman al-Zawahri, el emir de Al Qaeda, emitió esta semana un mensaje a través de un video proclamando su lealtad al nuevo jefe de los talibanes afganos, el mulá Akhtar Mansoor. El mensaje de casi 10 minutos de duración reafirma la alianza entre Al Qaeda y los talibanes, un retroceso para los esfuerzos que se han hecho para llevar a los talibanes a un proceso político.
El video fue publicado por el área mediática de Al Qaeda As-Sahab, que significa “en las nubes” o una alusión al simbolismo yihadista de que Al Qaeda opera en las montañas del Hindu Kush.
Según el diario pakistaní Dawn, As-Sahab trasladó recientemente su verdadero juego a nivel desde Pakistán (donde ha estado operando desde 2002) de regreso a Afganistán en la provincia de Helmand. Los talibanes afganos apoyaron el trasladó y proporcionaron refugio seguro para Al Qaeda, lo que significa que 14 años después de que la Operación Libertad Duradera se llevará acabo, Al Qaeda está operando nuevamente desde Afganistán.
El mensaje de al-Zawahiri señala que Al Qaeda sigue manteniéndose cercano a los talibanes. Según Dawn, un alto funcionario del As-Sahab, Qari Abu Bakr, dijo que “el vínculo entre nosotros y nuestros hermanos talibanes es una unión ideológica sólida. Los talibanes optaron por perder su gobierno y familiares sólo para protegernos. Que no haya duda de que nosotros no nos separaremos ahora después de pelear esta guerra juntos “. En una advertencia a los Estados Unidos,comentó, “Nuestro enemigo común no sabe lo que le espera en camino.”
En este nuevo mensaje, al-Zawahri elogia al mullá Mohammad Omar, el fundador de los talibanes, como un héroe de la yihad global, junto con Osama bin Laden y Abu Musab al-Zarqawi. Mullah Omar es alabado por al-Zawahri para la creación del primer verdadero emirato islámico desde la caída del Imperio Otomano hace un siglo. Él no hace mención alguna de los supuestos informes de que el mulá Omar murió hace dos años en un hospital de Pakistán en Karachi bajo la protección de los servicios de inteligencia de Pakistán, la Dirección de Inteligencia Inter-Services (ISI).
En su primer mensaje desde septiembre del año pasado, al-Zawahri promete que la yihad global continuará hasta que todas las tierras musulmanas sean liberadas de los enemigos del Islam, especialmente Jerusalén. al-Zawahri pide la recuperación de tierras perdidas como Cachemira y España (Al Ándalus).
En el video no se hace mención alguna acerca del Estado Islámico (EI) o su rival Abu Bakr al-Baghdadi, quien se ha auto proclamado el califa Ibrahim. Mansoor es el líder legítimo de la yihad global de al-Zawahri; al-Baghdadi es un advenedizo que no es digno de comentario.
Al Qaeda siempre a señalado más sus vínculos con los talibanes afganos que los talibanes de sus vínculos con Al Qaeda. Los talibanes centran su atención en Afganistán y cuentan con mucho apoyo por parte del ISI. Han llevado a cabo una ofensiva furiosa este año para derrotar al gobierno de Kabul, el ofensivo presidente afgano Ashraf Ghani ha declarado recientemente que se encuentra respaldado por el ISI.
La red Haqqani de los talibanes afganos, que ha ganado influencia en el movimiento con la ascensión de Mansoor, está muy cerca tanto de Al Qaeda como del ISI. Por razones tácticas, los talibanes no presumen su asociación con Al Qaeda y el ISI, que socavarían su pretensión de ser nacionalistas afganos.
El gobierno civil paquistaní encabezado por el primer ministro Nawaz Sharif ha estado presionando a los talibanes para que entrasen en un proceso político con el gobierno de Ghani. El proceso ha sido suspendido desde que la noticia de la muerte del mulá Omar fuera difundida por el servicio de inteligencia de Afganistán.
La complejidad y la tortuosidad de los vínculos complejos y profundos de Pakistán con los terroristas yihadistas es en si la raíz de la supervivencia tanto de Al Qaeda y los talibanes afganos en el sur de Asia. El Ejército paquistaní, que controla el ISI, está decidido a mantener intactos sus vínculos con los yihadistas, siempre y cuando no se dirijan al ejército propio.
Bajo la presión del primer ministro Sharif, el nuevo liderazgo de los talibanes podría significar el reinicio de las conversaciones con Kabul, pero no es probable que acepte un alto el fuego o rompa sus décadas de viejos lazos con Al Qaeda.