Miembros de la comunidad colombiana en México han mostrado su indignación por el trato que la procuraduría capitalina y algunos medios han dado al reciente multihomicidio de cinco personas, entre ellas un fotoperiodista y una joven colombiana que, según sus compatriotas, está siendo usada de “chivo expiatorio”.
Este crimen, perpetrado el 31 de julio en Ciudad de México, impactó al país y generó un gran interés mediático por la cantidad de víctimas y porque entre ellas estaba el fotoreportero Rubén Espinosa, quien se había refugiado en la capital tras denunciar amenazas recibidas en el violento estado de Veracruz.
Debido a las escasas declaraciones oficiales y las múltiples filtraciones a la prensa, los reflectores de la “crónica roja” han apuntado a la colombiana Mile Virginia Martin como pieza clave en el móvil del crimen.
“La sensación general es que se empezó a utilizar la palabra ‘colombiana’ como si fuera sinónimo de crimen o de prostitución”, comentó Catalina Ruiz-Navarro, comunicadora colombiana residente en México desde hace un año y medio.
El brutal homicidio del fotoreportero y cuatro mujeres, en el que las víctimas fueron ultimadas de un balazo en la cabeza y algunas sufrieron tortura y violencia sexual, se perpetró en un apartamento de un barrio de clase media en el que vivían tres de las jóvenes.
Además de Martin, quien tenía 31 años, las otras víctimas femeninas fueron la activista Nadia Vera, que también trabajó en Veracruz; la joven maquilladora Yesenia Quiroz y la trabajadora doméstica Alejandra Negrete.
“Los feminicidios no son costosos, pareciera que no importan al punto que si Rubén no hubiese estado en ese departamento, ni siquiera nos hubiéramos enterado de este feminicidio”, sostiene Ruiz-Navarro.
La noticia ocupa a diario las primeras planas a distintos niveles, desde una nota breve hasta escalofriantes fotografías que se presentan como de la escena del crimen y donde se observa a algunas de las víctimas desnudas y atadas. Una de ellas sería Mile Virginia.
En un artículo para el portal electrónico Animal Político, la arqueóloga colombiana Yarima Merchan, también residente en México, criticó también este tratamiento mediático.
(Con información de AFP)