John Sutcliffe, una de las voces más peculiares del periodismo deportivo en México, y sobre todo, una especie de “garganta profunda” por su capacidad de obtener información fidedigna que se vuelven bombazos mediáticos, considera que a Miguel Herrera le ganó el corazón al momento de soltar aquel golpe al cronista Christian Martinoli en Filadelfia, el cual, considera, ha sido el puñetazo más caro en la historia del deporte en México.
“No pensó con la cabeza, una figura pública no puede arreglar sus problemas a golpes”, asegura. Y revela lo que le dijo el extécnico nacional cuando lo vio en Chicago:
“Me dijo personalmente: ‘Cuando lo vea me la va a pagar’. Y lo cumplió. Le ganó la pasión, el defender a su hija, inconscientemente lo traía en mente y le costó la chamba.”
El despido de Herrera llegó en el momento más inoportuno: había ganado la Copa Oro y había podido enderezar el barco, en cierto modo, luego de sus tuits políticos a favor del Partido Verde, así como de las críticas recibidas por el fracaso en la Copa América. El triunfo ante Jamaica le daba oxígeno para buscar el pase a la Copa Confederaciones ante Estados Unidos el próximo 9 de octubre en el Rose Bowl de Pasadena. Pero el “hubiera” no existe.
“Sin duda es un golpe duro para Miguel, tendrá que aprender de ello. Veremos cómo reaccionan los jugadores que estaban a muerte con él, no había visto un grupo tan unido desde Lavolpe en el Mundial de Alemania en 2006”, añade John Sutcliffe.
—¿Qué habrá pasado por la mente de Herrera en el aeropuerto de Filadelfia?
—Miguel se me hace una gran persona, te puedo decir que daba gusto cubrir una Selección Mexicana sin la típica prepotencia del técnico en turno. Le ganó el inconsciente, creo que llevaba tiempo dolido y con el gusanito de querer defender a su hija, lo cual como padre lo entiendo, pero creo que no eran las formas.
—Pero se embolsó más de 132 millones de pesos durante su corto ciclo en la selección…
—Sí, desde que a [Sven-Göran] Erickson le pagaron muy bien (2 millones de dólares y sólo dirigió nueve partidos) el sueldo del técnico nacional se fue por los cielos, aunque su despido tuvo un efecto dominó porque su cuerpo técnico también perdió su trabajo y no ganaban lo que Herrera, quien también con su despido dejó ir millones de dólares. Sin duda es el golpe más costoso en la historia del deporte mexicano, un verdadero golpe bajo que ni siquiera alcanzó a conectar.
—¿Qué piensas de Christian Martinoli?
—Con Christian me llevo muy bien, hace muy buen trabajo con Luis García, son el rating de Azteca; tienen un estilo, les ha pegado, y tan les ha pegado que le molestó al técnico Herrera y le terminó costando su chamba.
—¿Abusa de su estilo?
—A veces puede ser que se cruza la línea con algunos; conmigo nunca se ha metido y no tengo problema. Creo que hoy la mejor transmisión de televisión abierta es la que hace TV Azteca.
—Al final, ¿quién despidió al Piojo?
—Sé que una vez que Decio de María se reunió con los verdaderos jefes del fútbol, que son las televisoras, estas le dieron el visto bueno para despedir a Herrera.
Y es que en México el fútbol no perdona, mucho menos cuando hay un negocio multimillonario tambaleándose, lo que se vuelve decisivo al momento de decidir cortar cabezas, asegura Sutcliffe.
“Se ponen nerviosos los patrones —agrega— porque la selección, aunque para el aficionado sea un deporte, para las televisoras es un gran negocio, y el fútbol mexicano está controlado por estas. Sin duda esto es parte de la manera de ser del mexicano, es el reflejo de muchas cosas que están mal en nuestro país.”
—¿Por qué no se terminan los ciclos de la selección? Parece un déjà vu cada cuatro años.
—Es parte de nuestra manera de ser. Cuando uno pensaría que el proceso se tenía que dar con un Piojo carismático y querido por los jugadores… el entorno lo acaba tirando; es un trabajo que genera mucha presión en la que todo el mundo acaba sucumbiendo: Lavolpe, Hugo, Aguirre, Chepo y, ahora, Herrera.
—¿El fútbol nos está reflejando como sociedad?
—De todos los problemas que tiene México, creo que ni entre los primeros veinticinco estaría la Selección Mexicana, pero mediáticamente lo es; las portadas de todos los diarios lo reflejan, y es el reflejo de cómo se maneja nuestro país…tristemente.