A raíz de la publicación del reportaje “¿Se acerca el fin de las Monarca?“, de la periodista Florencia Molfino, en el número 25 de Newsweek en Español, en el que se señala que “desde que se ha intensificado el cultivo de transgénicos, en particular de soya y maíz producidos con semillas de Monsanto, y que por lo tanto requieren del uso del Round-Up, un poderoso herbicida cuyo componente activo, el glifosato, mata toda la flora a su paso a excepción de estas plantas genéticamente modificadas, el número de asclepias (mariposas Monarca) comenzó a declinar drásticamente” en México, la compañía Monsanto ha solicitado ejercer su derecho de réplica a través de un documento que se reproduce a continuación:
Hemos leído con sorpresa
lo que Florencia Molfino ha escrito en la publicación denominada “Se acerca el
fin de las Monarca”, edición en línea con fecha del 5 de junio, en donde se
señala a Monsanto como responsable de la situación que aqueja a la mariposa
monarca en Norteamérica.
Respetuosamente solicitamos
nuestro derecho de replica, pidiendo se cite
en su versión en línea la información correcta con el objetivo de dar a
sus lectores una perspectiva real sobre este tema.
Asimismo, quisiera
señalar a continuación algunas aclaraciones que consideramos necesarias para
brindar mayor objetividad a la nota periodística:
·
De acuerdo con distinto estudios[1],
la disminución del número de mariposas monarca en Norteamérica se debe a diversos
factores como:
– La variación en las condiciones climáticas en la que nace
y vive la mariposa monarca, tanto en el continente como a lo largo de su ruta
migratoria de Canadá a México.
– La destrucción del hábitat y los desastres naturales.
– La reducción del número de plantas de asclepias o
“algodoncillo”
– El cambio en el uso del suelo silvestre a áreas agrícolas
y urbanas en la ruta migratoria
– La tala ilegal y disminución del bosque de oyamel donde
la mariposa monarca inverna en México.
·
Sobre el apartado con el título “Una muerte lenta”, es importante aclarar que el glifosato no fue
catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un probable
cancerígeno humano. Esta clasificación fue dada por la Agencia Internacional
para la Investigación sobre el Cáncer (IAARC), la cual es miembro dentro de la
OMS, y que representa únicamente uno de los cuatro organismos que han hecho
estudios sobre este producto y que fue quien sugirió esa clasificación, los
otros 3 grupos dentro de la OMS establecieron que el glifosato no representa
ningún riesgo para la salud de las personas.
·
Se menciona “Esta
iniciativa es una respuesta a la presión de la comunidad científica y civil de
este país ante la alarmante situación de los campos de asclepias”,
aseveración que carece de fundamentos dentro de la publicación. Es importante
enfatizar que reconocemos la importancia tanto de la agricultura como del
hábitat de la vida silvestre, por ello es que estamos comprometidos para cuidar
ambos. Los agricultores están actuando de forma cada vez más apegada al cuidado
del medio ambiente y en Monsanto trabajamos con ellos para ser parte de la
solución.
· Para nosotros “Pequeñas soluciones para grandes problemas” representa una opinión personal que prácticamente menoscaba los objetivos que buscamos a través de nuestras iniciativas para la protección de la Mariposa Monarca. Florencia Molfino estuvo en contacto con Erich Sachs, Líder de Asuntos Científicos y Políticas Regulatorias de Monsanto, y su equipo de colaboradores, quienes le compartieron toda la información al respecto. Sin embargo, en su artículo califica a la compañía de “asumir veladamente” el rol que ocupa en la pérdida del hábitat de la mariposa monarca en los Estados Unidos, y en ningún punto se hace referencia a los planes y compromisos que la empresa ha establecido para proteger a la especie.
Como fue detallado anteriormente, en la actualidad estamos trabajando con expertos y conservacionistas de universidades, gobierno y organizaciones no gubernamentales para aumentar el hábitat de monarcas fuera de los campos agrícolas, y con ello impulsar la protección de la especie más allá del área en la que nosotros tenemos incidencia.
Quisiera finalizar comentando que somos particularmente sensibles ante la situación de la Monarca no solo en Estados Unidos sino en el mundo, y creemos que la agricultura y los polinizadores pueden coexistir de forma armónica sin poner en riesgo la sostenibilidad misma del planeta. De este modo, nos sentimos orgullosos de colaborar a través de iniciativas que representen formas de mejorar y proteger el hábitat de la Mariposa Monarca.
Sin más por el momento, agradezco su atención a nuestra petición y quedo a sus órdenes para profundizar cualquier tema adicional relacionado con Monsanto y nuestro negocio.
[1]Artículo Científico: Are herbicides responsible for the decline in Monarch butterflies?
RESPUESTA DE LA PERIODISTA FLORENCIA MOLFINO A LA CARTA DE MONSANTO:
En
respuesta a Laura Tamayo
Directora
de Asuntos Corporativos
Monsanto
Latinoamérica Norte
Agradezco
su interés y la réplica al reportaje “¿Se acerca el fin de la monarca?”,
publicado en esta revista y del cual soy autora. Dado que la réplica, justa y
oportuna, pone en cuestión algunos puntos citados en el reportaje, me permito
una contrarréplica:
1) El
texto citado, publicado en el blog weedcontrolfreaks.com
y firmado por Andrew Kniss, defensor de los GMO’s y del uso de productos
químicos en la agricultura, sostiene que no hay duda en que los campos de
asclepias han disminuido donde se utiliza directamente el herbicida, si bien se
desconocen las causas de su disminución en zonas aledañas. No obstante, el
reportaje cita un estudio firmado por los biólogos Eduardo Rendón y Omar Vidal,
expertos en el tema de la monarca y que se encargan de su preservación en
México, quienes a su vez se basan en una exhaustiva bibliografía. Asimismo, se
incluyen opiniones de biólogos de Estados Unidos y otras fuentes. Para la
elaboración de este texto consultamos con expertos en el tema, con una trayectoria
real en la conservación de la monarca.
Asimismo, en cuanto al hecho de que la disminución es
multifactorial, el hecho sí se menciona, como también el que la disminución de
la tala ilegal ha demostrado que hay un factor más poderoso, así comoi la
conclusión de los expertos de la WWF en México, en la que aclaran que la
disminución de la asclepia se halla en primer lugar. Por otro lado, de los
factores que usted enlista, varios de ellos tienen que ver con la asclepia y la
agricultura intensiva: el cambio del uso de suelo; la destrucción del hábitat y
la reducción del número de plantas de asclepia.
2) Es
cierto que la clasificación del glifosato como posible cancerígeno en humanos
ha sido hecha por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el
Cáncer (IARC), miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS); no
obstante, dicha clasificación no ha sido descartada por completo, dado que en
la misma página de la OMS se anuncia la “Reunión Conjunta FAO / OMS sobre
Residuos de Plaguicidas (JMPR)” para evaluar este tema en septiembre próximo en
Ginebra, Suiza. Al respecto, se lee: “JMPR es un grupo científico internacional
de expertos administrado conjuntamente por la Organización para la Agricultura
y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) y la OMS. JMPR se reúne
periódicamente desde 1963 para examinar los residuos y los aspectos analíticos
de los plaguicidas, la estimación de los niveles máximos de residuos, revisión
de los datos toxicológicos y estimación de la ingesta diaria admisible (IDA)
para el ser humano de los pesticidas que se examinan […] En marzo de 2015, la
Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha evaluado
la carcinogenicidad de los pesticidas organofosforados. El glifosato, malatión
y diazinón se clasificaron como “probablemente cancerígenos para los seres
humanos”. La JMPR evaluó al glifosato, diazinón y malatión,
respectivamente, en 2011, 2006 y 2003. Teniendo en cuenta que los nuevos datos
podrían haber sido generados desde las últimas evaluaciones, es importante
revisar la información disponible para la IARC para determinar si existe la
necesidad de actualizar las evaluaciones del JMPR. La OMS decidió crear un
grupo especial de trabajo para evaluar los datos disponibles y que informe a la
JMPR”. Para mayor información, se puede consultar el link de la OMS:
http://www.who.int/foodsafety/areas_work/chemical-risks/jmpr/en/
3)
Cuando se menciona que se trata de una respuesta a la presión científica y
civil, se hace con base en la cronología de los hechos: en agosto de 2014, el
Center for Biological Diversity, el Center for Food Safety, el Xerces Society,
y el Dr. Lincoln Brower hicieron la petición formal al Wild & Fish Service
para catalogar a la monarca como especie en peligro. En diciembre de ese año,
el Wild & Fish Service dio curso a la petición. A fines de enero de este
año, el Wild & Fish Service anunció su programa de rescate de la monarca, y
poco después Monsanto anunció que se uniría al proyecto con un donativo de 4
millones de dólares a ese fondo (en México se anunció un mes después), que será
administrado por el Wild & Fish Foundation.
4) En
ese mismo punto, Monsanto comenta que “los agricultores están actuando de forma
cada vez más apegada al cuidado del medioambiente”, no obstante, la carta no
incluye ningún tipo de estudio cualitativo o cuantitativo que sostenga esa
aseveración (es decir, ¿se han realizado estudios para saber si están siendo
cada vez más cuidadosos con el medioambiente? ¿En qué consisten dichos
cuidados?). Sería interesante que en caso de que sí se cuente con información concreta
que demuestre esa afirmación, se dé a conocer.
5) Es
imposible que un reportaje (y mucho menos un apartado, como lo es “Pequeñas
soluciones a grandes problemas”) menoscabe ningún objetivo de Monsanto dado que
no tiene incidencia en la regulación ni en ningún otro aspecto del trabajo que
Monsanto realiza. La función del artículo periodístico es informar. Por otro
lado, en el reportaje sí se menciona parte de la respuesta de Eric Sachs, quien
me respondió vía correo electrónico a través de la agencia de relaciones
públicas que maneja la cuenta de Monsanto en México, y del mismo se mencionan
las iniciativas del Wild & Fish Foundation que tienen la responsabilidad de
administrar el donativo de Monsanto, como el del Wild & Fish Service.
En cuanto a asunciones veladas, se entiende que la compañía
tiene interés en restaurar algo que, colateralmente, está afectando con sus
productos. En sus palabras, usted dice “estamos trabajando con expertos y
conservacionistas […] y con ello impulsar la protección de la especie más allá
del área en la que nosotros tenemos
incidencia”.
Por último, vale la pena aclarar que en el reportaje se
expresan las posturas de los entrevistados al respecto del papel del glifosato
en la disminución de las asclepias y, por ende, de las monarcas (con la cita
correspondiente de cada parte), y que por lo tanto no se basa en una opinión
personal ni tampoco del medio que lo publica.
El reportaje se plantea la posibilidad de que se sigan
manteniendo ciertas prácticas sin control y sin las medidas adecuadas, sin
regulaciones más estrictas, que –supuestamente– se tomarían en caso de
enlistarse a la monarca dentro de las especies en peligro de extinción en
Estados Unidos, tema que será dictaminado hacia fines de este año.
El reportaje expresa la visión divergente de la comunidad
conservacionista versus Monsanto y distintos organismos gubernamentales e
internacionales, incluido el CCA. Asimismo, en el reportaje se expresa
explícitamente que Monsanto es una empresa privada; como tal, siempre que sea
dentro del marco de la ley, está en su derecho de generar ingresos y ganancias
a través de lo que produce. Sin embargo, y en esto hace énfasis también el
reportaje, a quienes le compete resolver el problema es a los gobiernos en su
calidad de representantes de los ciudadanos, dado que son los únicos con la
autoridad para defender zonas y especies en peligro, lo que se supone que
podría ocurrir en diciembre de este año con la mariposa monarca en Estados
Unidos, único país del TLCAN que aún no la ha enlistado entre las especies en
peligro de extinción.