Obtener el permiso tomó su tiempo, sin embargo, un empresario consiguió aprobación para instalar la primer sex shop en la ciudad más sagrada
del Islam, la Meca.
Parecería increíble, y aunque haya fieles que se opongan, Abdelaziz
Aouragh, dueño de numerosas sex shop en el mundo, logró completar todos los requerimientos
para instalar un recinto del placer en la histórica y religiosa ciudad.
De acuerdo con el portal abc.es, el empresario revelado cómo
un clérigo saudita aprobó la idea al ver en el negocio una manera de alentar la
mejora de la relación sexual entre el marido y la mujer.
La tienda ofrecerá al público 18 productos que cumplen con
la normativa halal, es decir, fabricados según los preceptos islámicos. Lo que
no se podrá ofrecer son consoladores, ya que
en el islam está prohibida la masturbación.
“Nuestros productos pretenden aumentar la sensualidad y
mejorar el ambiente entre la pareja y su relación sexual”, justifica el
empresario.
“No es cierto que las mujeres musulmanas estén sólo en las
cocinas y lleven siempre el velo, ellas destacan también en el amor”.
¿Y el Corán?
De acuerdo con el investigador Hamza Yusuf, el Islam nunca ha
sido represivo sobre el sexo como mucha gente piensa.
“El Corán y los hadices fomentan el sexo, siempre y cuando
esté dentro de los límites del matrimonio”.
La primer sex shop halal en un país predominantemente
musulmán abrió sus puertas en 2013 en Turquía.