Un grupo de fiscales de grandes ciudades de Estados Unidos estudia vías para frenar la violencia por armas de fuego, sin esperar acciones del gobierno federal sobre este sensible tema en el país, indicaron varios de ellos en Miami.
“A nivel federal, la prevención efectiva de la violencia por armas de fuego ha sido secuestrada por la política”, dijo a periodistas el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, uno de los impulsores de Fiscales contra la Violencia con Armas (PAGV, por su sigla en inglés).
“Lo que intentamos hacer es ayudar a implementar en nuestras ciudades las políticas que ayuden a reducir la criminalidad y esperamos que algún día los funcionarios sigan el ejemplo”, dijo Vance, durante una reunión en Miami, Florida, del grupo que dice contar con 40 fiscales.
Los frecuentes tiroteos en Estados Unidos reabren una y otra vez el debate sobre la tenencia de armas, un derecho que garantiza la Constitución y que es defendido a ultranza por el poderoso lobby de la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Tras varias masacres que tuvieron lugar en los últimos años, han crecido los llamados a aumentar el control del porte de armas, pero aunque algunos estados endurecieron su legislación, una gran reforma que deseaba implementar el presidente Barack Obama a nivel nacional fracasó en 2013 en el Congreso estadounidense.
“Hay demasiados tiroteos en demasiados barrios en Estados Unidos”, lamentó el fiscal de Los Angeles, Mike Feuer.
PAGV, que busca intercambiar experiencias positivas para disminuir la violencia, tuvo una primera reunión en octubre, cuando abordó el tema de las pandillas, y en su segundo encuentro este martes trató el de las enfermedades mentales.
“No podemos esperar al gobierno federal para que nos resuelva el problema, porque no lo está haciendo. Así que estamos llenando ese vacío”, agregó Vance.