Tener un trabajo a la vez está por volverse
tan anticuado como tener un solo aparato telefónico en casa. En su nueva carrera
tendrá que desempeñar varios empleos cada día.
Ha llegado la nueva era del trabajo
horizontal, una amalgama de empleos que segmentarán nuestra existencia. Seguro
escuchará otros términos para describirlo, como “trabajo invisible” y
“microempresa”, pero no importa cómo lo llamen: la tecnología permitirá que
ganemos más dinero aplicando todas nuestras destrezas y habilidades
simultáneamente.
Los hijos del milenio ya se han aficionado
a ese estilo de vida, el cual puede fusionar el
trabajo y otros aspectos de la vida de una manera que, según la
organización Live in the Grey, nos brinda “más propósito, más significado y más
diversión”.
Y si no es así, seguro nos hará pedazos
porque no tendremos suficientes minutos en el día para relajarnos en el sofá con
una cerveza y ver, una y otra vez, las escenas de Lauren Graham en “Bad Santa”
(aunque, por supuesto, no conozco a alguien que lo haya hecho en la vida real;
lo confieso).
La startup Recruitifi ejemplifica cómo la
tecnología facilita la horizontalidad profesional. El objetivo de la empresa es
crear una plataforma tipo Uber para el universo de la contratación. En la
actualidad, cuando una gran corporación busca contratar un ejecutivo recurre a
una compañía cazatalentos que, a su vez, utiliza a los candidatos conocidos.
Pues bien, la tecnología de Recruitifi crea un fondo con todos los tipos de
cazatalentos por un lado y por el otro, todos los tipos de clientes
corporativos –como hace Uber con sus fondos de chóferes y clientes- y en medio,
una app inteligente. En teoría, Recruitifi permite que los cazatalentos
consulten muchas más ofertas de empleo de las que pueden responder y las
compañías tengan acceso a un fondo de reclutadores mucho más extenso.
Sin embargo, Recruitifi tiene una
consecuencia interesante: cualquiera puede convertirse en reclutador, igual que
con Uber cualquiera puede convertirse en taxista o con Airbnb, cualquiera puede
ser hotelero. “De hecho, no hay barreras al ingreso”, explica el CEO, Brin
McCagg. Digamos que usted es gerente de mercadotecnia para cereales de
desayuno, con mucho éxito y conexiones, así que seguramente conoce a muchos
gerentes de mercadotecnia en su especialidad. Decide entonces abrir una cuenta
en Recruitifi y se mantiene al tanto de la demanda de comercializadores de
cereales de desayuno para proponer candidatos cuando surgen vacantes. De
pronto, contratan a su candidato y le pagan como si fuera un reclutador de
verdad. ¡Bravo! ¡Ya tiene una nueva línea de trabajo! Sin embargo, en realidad
solo está capitalizando un activo ocioso: su red.
eBay inició esta tendencia a fines de los
años noventa con una plataforma para vender otro tipo de activos ociosos: las
porquerías que teníamos en casa. Luego, Etsy desarrolló el medio para
permitirnos vender una destreza que –supuestamente- no podíamos usar en horas
de oficina, como la habilidad para tejer. Airbnb es el sistema para capitalizar
ese cuarto extra en nuestra casa (de hecho, la plataforma asegura que, solo en
Nueva York, sostiene 4,580 “empleos”, casi todos de medio tiempo, cada cual
generando un promedio de 7,530 dólares anuales en alquiler).
La nueva generación de servicios tipo
Recruitifi lleva todo eso a un nivel más profesional. Por ejemplo, DigitalOcean
es un medio sencillo y económico para construir una app smartphone y lanzarla
como negocio independiente; es tan simple que sirve de pasatiempo. Quirky,
patrocinada parcialmente por General Electric (GE), invita a cualquiera a
presentar ideas para un invento. Si la propuesta es aprobada por la comunidad
Quirky, la sugerencia pasa al proceso de fabricación y el inventor recibe un
porcentaje de la venta del producto. Un artista recibió más de 400 mil dólares
por un nuevo y genial cable de extensión de próximo lanzamiento.
Grandes empresas recurren cada vez más al
crowdsourcing para trabajos que, antes, nunca de sus cuartos secretos. El año
pasado, GE abrió un concurso público llamado Bracket Challenge, pues su
división de motores a chorro necesitaba un nuevo diseño de ménsulas de peso
ligero para sostener el motor de un avión (así que era algo más o menos
importante). Unas 700 personas de todo el mundo enviaron diseños y la compañía
eligió el de M. Arie Kurniawan, quien trabaja en un pequeño taller de
ingeniería en Indonesia. El ganador recibió siete mil dólares y GE obtuvo una
refacción 84 por ciento más ligera que su predecesora.
Conforme nuevas tecnologías ayuden a más
personas a realizar este tipo de trabajos, podemos imaginar adónde llegarán las
cosas: amén del empleo de tiempo completo, alguien podría explotar sus activos
profesionales haciendo un poco de contratación, inventando algo, construyendo
una app y realizando tareas para otras corporaciones, al tiempo que vende
activos personales como viajes en su auto o alquilando un dormitorio en su
casa. Live in the Grey cuestiona porqué alguien querría conformarse con un solo
empleo que consume 40 horas de una semana, cuando es mejor combinar el trabajo
y las pasiones personales de maneras que produzcan suficiente dinero y permitan
una vida más equilibrada.
Por otro lado, no es así como ha funcionado
la sociedad occidental durante el último siglo. Al medir el trabajo y los
salarios, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos pasa por alto
esta forma de empleo, así que el gobierno entiende el mercado del microempleo
tan bien como JWoww entiende la física en “Interstellar”. Los patrones ya
asimilados, como el viaje matutino a la oficina y el día escolar estándar
chocan con los horarios del trabajo horizontal, de modo que el inminente ajuste
podría ser resultar tan difícil como lo fue, el siglo pasado, el cambio de la
faena agrícola al trabajo de oficina.
Estudios del autor Erik Brynjolfsson y
otros vaticinan que tecnologías como la inteligencia artificial acabarán con
muchos de los actuales empleos profesionales basados en el conocimiento; sin
embargo, las plataformas tecnológicas –Recruitifi, Etsy, competencias de
invención crowdsourcing y demás- crearán infinidad de microempleos. El concepto
de trabajo está cambiando por algo parecido a un mercado para nuestras
capacidades.
Puntos dobles para quien encuentre la
manera de capitalizar mi detallado conocimiento de “Bad Santa”.