Durante su primer año en Harvard, Katie Cagen se convirtió enamiga íntima de Sally Kiebdaj, que es ciega. “Hacíamos juntas nuestra tarea escolar”, dice Cagen, “Y vi cómo usaba la tecnología para realizar sus trabajos. También vi dónde había deficiencias: ella no podía acceder a ciertos tipos de materiales, como fotografías y diagramas, y cosas que habían sido escaneadas en PDF. No había ninguna buena manera de acceder a los materiales de la clase.”
Para las personas con discapacidad visual, el acceso a la enorme riqueza de información multimedia que está disponible en línea y en las computadoras se limita a lo que puede traducirse a sonidos y sensaciones táctiles. La mayoría de los usuarios dependen del softwarede lectura de pantalla, como VoiceOver de Apple y TalkBack de Google, que funcionan, pero tienen algunas graves limitaciones. “Imagine que, cuando usted aprendió inglés, alguien le hubiera dicho que cerrara sus ojos y simplemente escuchara”, señala Scott Blanks, subdirector de LightHouse for the Blind and Visually Impaired (Faro para los ciegos y personas con discapacidad visual), una organización con sede en San Francisco, “Usted podría escuchar una pausa, pero no sabría si es un punto o una coma. El braille sí le da esa información.”
Existen dispositivos actualizables que toman páginas web y las traducen al braille; la mayoría usa clavijas móviles que suben y bajan para presentar su mensaje. Pero cuestan más de US$3000, y traducen solo un renglón de texto a la vez. Además, no pueden hacer nada con las imágenes y los materiales visuales que enriquecen estos medios.
Cagen podría tener una solución: el Ferrotouch. Cuando aún estudiaba en la Universidad, Cagen tomó una capa de electroimanes y los puso debajo de una capa de ferrofluido, una suspensión coloidal de nanopartículas de hierro. Cuando los imanes se cargan, pueden hacer que el ferrofluido se mueva, creando una pantalla táctil que es actualizable y lo suficientemente flexible para transmitir cualquier forma, desde los puntos del lenguaje Braille hasta diagramas y más. Su modelo de prueba de concepto costó solo US$500, y actualmente busca financiación para crear un producto escalable que tendrá un costo “equivalente o inferior” al de los dispositivos actualizables tradicionales.