Evo Morales, se consagró por tercera vez consecutiva ganador de las elecciones presidenciales de Bolivia, lo cual le asegura 14 años al frente del país.
De acuerdo a las primeras proyecciones anunciadas por la televisión boliviana, Morales obtenía un 59,5%, mientras que el empresario cementero Samuel Doria Medina lograba un 25,3%. Más atrás quedó el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga, con 9,6%.
El favoritismo por Evo se vio reflejado en que ganó en 8 de los 9 departamentos del país. Doria Medina ganó en Beni.
El actual presidente boliviano conseguía un inédito triunfo en el oriente del país, que desde que llegó al Palacio Quemado en 2006, se opuso a su política de nacionalización de los hidrocarburos y otras reformas. Sin embargo, en los últimos años, gobierno y empresariado han tenido un insospechado acercamiento, que en parte explica la bonanza económica que vive el país. Este año, Bolivia tendrá un crecimiento económico de 5,2%, hecho que lo sitúa en el primer lugar de Sudamérica.
Hasta anoche, el MAS conseguía mayoría en el Congreso, con un discurso mucho más inclusivo y no tan “antiimperialista”. Alrededor de 6,2 millones de bolivianos fueron convocados para votar, en las octavas elecciones consecutivas en 32 años de democracia. La jornada electoral se desarrolló sin mayores contratiempos. Los bolivianos tuvieron que acudir a pie o en bicicleta a sus centros de votación, ya que la ley electoral prohíbe que circulen vehículos, ya sean del transporte público o privado.
Morales, acompañado del vicepresidente, Álvaro García Linera, subrayó: “este es el sentimiento de liberación de nuestros pueblos. ¿Hasta cuándo seguir sometidos al imperio o al sistema capitalista? Este triunfo es de los antimperialistas y los anticolonialistas”.
“Aquí había a debate dos programas: la nacionalización o la privatización. Con más de 60 por ciento ganó la nacionalización”, apuntó el ex líder sindicalista cocalero de 55 años, muy popular por haber llevado a las masas el gas natural y la riqueza minera de Bolivia.