La discusión ecuatoriana sobre la libertad de prensa se acentúa luego de la disolución del influyente diario Hoy.
La compañía Edimpres SA entró en liquidación el pasado 26 de agosto, con lo cual se disolvió uno de los medios de comunicación más influyentes de Ecuador desde 1982: el diario Hoy. El rotativo dejará de circular en todos sus formatos por mandato de la Superintendencia de Compañías.
El debate está abierto; el oficialismo justifica sus acciones en la mala situación financiera del medio. Sin embargo, el director, Jaime Mantilla Anderson, denuncia un boicot gubernamental y dice que se debe a la gradual pérdida de libertades y limitaciones de garantías constitucionales que sufre el país. Razón que también justificó la suspensión de la edición impresa y el paso a digital anunciado el 29 de junio, para contrarrestar su precaria situación financiera.
Desde el 2007, cuando Rafael Correa asumió la presidencia, las fricciones con la prensa han sido constantes. Conversamos con Felipe Burbano de Lara, editorialista del diario Hoy y director de Estudios Políticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y plantea que la postura del gobierno es hostil.
Se considera a los medios como actores políticos de oposición que buscan desestabilizar al gobierno. Dice que existe un problema complicado en relación con las libertades políticas en general, y de expresión e información en particular. En este contexto, ¿qué pasó realmente con el diario Hoy?
Miedo y ley
En junio de 2013 entró en vigor la Ley Orgánica de Comunicación (LOC), o “ley mordaza”. Ha sido muy cuestionada, Human Rights Foundation (HRF) condenaba los ataques sistemáticos a la libertad de prensa y el clima de autocensura que viven los medios de comunicación independientes. Denunciaba que se han emprendido más de 100 procesos contra periodistas y medios de comunicación independientes en el país.
Son muchos los medios que han enfrentado problemas, por ejemplo el diario El Universo, el caricaturista Bonil, el periodista Fernando Villavicencio, la revista Vanguardia o La Hora de Manabí. La organización no gubernamental Freedom House, en su ranking sobre libertad de prensa, colocaba a Ecuador como país “no libre”.
Es indudable la existencia de una dinámica de conflicto permanente entre el gobierno y los medios independientes. Felipe Burbano analizaba la realidad nacional y veía un horizonte complejo, donde la mayoría de medios de comunicación han bajado el tono de crítica porque hay temor, se ha generado autocensura. La restricción al ejercicio de las libertades políticas se está expresando a través del miedo, en un clima de sanción de castigo.
El reconocido editorialista y académico también aclaró un tema controversial alrededor, la precaria situación financiera del medio:
“El diario Hoy nunca fue un proyecto empresarial en rigor, exitoso. Siempre fue una empresa que cumplía en medio de estrecheces. Eso ha sido la consecuencia de haberse convertido en un medio independiente. Un periódico crítico, analítico, autónomo. Había sobrevivido relativamente bien hasta el 2007 cuando llega la revolución ciudadana y se crea todo este clima de hostilidad hacia los medios”.
En los enlaces ciudadanos, que se realizan los sábados, el presidente suele destinar gran parte del discurso a la prensa, son recurrentes las frases doble moral, prensa corrupta e hipócritas. Sobre el diario Hoy, en el enlace ciudadano número 389 del 6 de septiembre, Correa decía: “Para que vean la corruptela de la prensa (…) Ahora resulta que el diario Hoy sí está quebrado por culpa de su dueño, pero El Telégrafo está peor (…) Yo no he cerrado el diario Hoy, lo cierra la Superintendencia de Compañías en estricto apego a la ley”. Terminaba el tema pidiendo “un poquito de honestidad, un poquito más de ética”.
¿Qué paso realmente con Hoy?
Quedan muchas preguntas por esclarecer. El diario El Telégrafo (un medio de comunicación intervenido, ahora público) también presenta pérdidas, pero no fue disuelto. Suad Manssur, actual superintendenta de Compañías, aclaraba en una entrevista, en el programa Contacto Directo, en el canal ecuatoriano Ecuavisa, que, a diferencia de Hoy, El Telégrafo no presenta pérdidas mayores al 50 por ciento de su capital social, afirmación que muchos cuestionan. Resaltaba que Edimpres SA era parte de 700 compañías de diversa índole disueltas.
Rafael Correa y su secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, han justificado la situación en la necesidad del medio de cubrir un fraude. Algunos sectores de la opinión pública preguntan si esto puede considerarse difamación o calumnia, según la ley vigente.
Consultamos a un reconocido doctor en jurisprudencia sobre la legalidad de las acciones emprendidas por la Supercom: “Supuestamente vivimos en un régimen de derecho y las disposiciones emanadas por el máximo organismo en materia de compañías son de acatamiento obligatorio para todos los ciudadanos”.
La compañía Edimpres SA sí tenía problemas, ha reconocido su debilidad financiera. Se habla de una injustificable mora patronal y, según sus empleados, el tiraje del periódico no era el que se publicaba, hechos que sí justifican acciones por parte del Estado. El debate surge con base en las motivaciones y dimensiones de las resoluciones impuestas, además de los intereses gubernamentales detrás de estos.
Preguntamos a Felipe Burbano de Lara si el cierre del diario se debió a falta de cumplimiento en temas de compañía, si tiene que ver con la ley de comunicación o es un boicot gubernamental; respondió: “Creo que es una combinación de factores económicos y factores políticos. Se combinaron de manera muy perversa en este contexto de la revolución ciudadana. El periódico ya había tenido problemas económicos, había enfrentado tiempos difíciles, hostiles, pero nunca lo económico y la fertilidad de los gobiernos le había generado una dinámica perversa como la que se tuvo en los últimos años, que finalmente produjo la liquidación de Edimpres SA”.
Thomas Jefferson decía: “Prefiero periódicos sin gobierno a gobierno sin periódicos”. Edimpres SA debía buscar formas para solucionar su situación financiera y apegarse a lo que estipula la ley. Sin embargo, en tiempos donde existe hostilidad entre el gobierno y la prensa, ¿qué implica para el país que uno de sus medios de comunicación más importantes desaparezca? Implica una gran pérdida, ya no está ese espacio de la sociedad con el que crecimos varias generaciones de ecuatorianos los últimos 32 años. Era un lugar donde cabía el análisis, la discusión, la opinión y la crítica. Hoy ha sido un referente y parte de esa sociedad plural que reafirmaba la necesidad de democracia. No solo desaparece el medio, ya no están los pensamientos de sus columnistas, los análisis de sus periodistas y los lectores para formarse un criterio. Hasta siempre, diario Hoy.
@BelenEF