Aún no se precisa por qué si el país suramericano pidió a la aeronave aterrizar en un espacio determinado, los tripulantes lograron “huir”. Además, han resultado perturbadoras las versiones de que en el avión podría haber viajado Caro Quintero y que estaba repleto de cocaína.
El lunes 4 de noviembre concluyó la visita a México del canciller de Venezuela, Elías Jaua Milano, quien se reunió con el canciller mexicano José Antonio Meade para estrechar relaciones bilaterales después de dos sexenios de distanciamiento político; incluso ambos diplomáticos pactaron convocar a una comisión para revisar la agenda bilateral.
Sin embargo, al día siguiente se dio a conocer la inhabilitación de una aeronave mexicana, que fue registrada en el espacio aéreo venezolano sin permiso a las 22:16 horas del mismo lunes, y posteriormente fue mostrada incendiada, lo que causó asombro en México.
A lo largo de los días se fue dando a cuentagotas la información relacionada con el caso del avión mexicano. Al principio había dudas sobre si la aeronave había sido derribada en el aire y lo que había pasado con los pasajeros y tripulantes. Sin embargo, después se supo que se incendió en tierra y sin pasajeros, los cuales huyeron sin dejar rastro.
El martes 5 de noviembre, la inhabilitación de la nave en el estado venezolano de Apure, fronterizo con Colombia, fue informada a través de Twitter por el jefe del Comando Estratégico Operacional de Venezuela, mayor general Vladimir Padrino López, con fotos de la aeronave incendiada. Autoridades venezolanas indicaron que la aeronave era un avión privado bimotor, Hawker 25 Siddeley HS-125-400 matrícula XB-MGM, iniciales que corresponden a México.
Posteriormente se supo que la aeronave había partido del estado mexicano, Querétaro, cuyo secretario de gobierno, Jorge López Portillo, difundió los nombres de los cinco pasajeros, el piloto y el copiloto registrados en la bitácora de vuelo. El avión despegó a las 11:50 de la mañana, y se desconoce si hizo alguna otra escala antes de llegar a Venezuela. Sin embargo, se sospecha que así fue, ya que por sus características es imposible que volara ocho horas seguidas.
En Querétaro abordaron la aeronave Isaac Pérez Bonn, Susana Bernal Rivas, Adriana Gesabel Cruz Méndez, Sergio David Franco y Manuel Eduardo Rodríguez Benítez. Según López Portillo, quien dijo contar con copia de sus respectivos pasaportes, ninguno de ellos fue expedido en el estado.
El nombre del piloto es Carlos Alfredo Chávez Padilla, mientras que el del copiloto es Mauricio Pérez Rodríguez. “Los tripulantes tienen base en Toluca, Estado de México”, aseguró López Portillo.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, indicó: “Toda la información que dieron (para abordar el avión) es falsa, presentaron credenciales falsas los propios pilotos”.
Según la nota diplomática de Venezuela, al ser interceptados y al no contar con permiso para transitar en el territorio, a los tripulantes se les obligó a aterrizar, pero ya estando en tierra huyeron, lo que despierta suspicacia.
¿Qué más hay tras el caso y quiénes eran realmente los pasajeros?
El sábado 9 de noviembre, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sostuvo que el avión estaba lleno de cocaína, y además se dijo sorprendido de que México pidiera explicaciones sobre el incidente.
“Es un avión que lo conseguimos full (lleno) de droga”, afirmó Maduro en un discurso público, y agregó que había recibido “una comunicación de la cancillería de México” pidiendo explicaciones por el suceso, por lo que instruyó a su gobierno a darlas tratando de que “el Presidente mexicano sepa que estaban abogando por un avión que estaba full de cocaína”.
Además, un día después de que se dio a conocer la información sobre la aeronave quemada, Maduro informó en cadena nacional en Venezuela que su gobierno ha derribado 30 aviones vinculados con el tráfico de drogas desde que en mayo de 2012 comenzó a aplicarse la Ley de control para la defensa del espacio aéreo.
“Recientemente en aguas nacionales fue derribado el avión número 30, el tercero que se derriba de esa forma vinculado al narcotráfico” abundó.
La Dra. Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora e investigadora del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales y especialista en temas internacionales del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, explica a Newsweek en Español lo que procede:
“La solicitud de investigación, además de aclarar todo el entorno del arribo y quema de la aeronave, seguramente está enfocada a la recuperación de la caja negra, con ella se podrá saber más detalles. Si bien es cierto que el espacio aéreo no tiene límites de altitud, lo que sí está definido es la anchura del espacio aéreo, que abarca el territorio nacional de cada país hasta 12 millas (19.3 kilómetros) de mar territorial, así que cualquier aeronave que invada el espacio aéreo de otro territorio se puede tomar como síntoma de agresión. En este caso, como se cometió un delito al ingresar sin permiso a este territorio, le toca a Venezuela hacer la investigación, analizarán la caja negra y nos mandarán los datos, además de los restos de la aeronave y su respectiva caja”.
Aparte de todo, un diario mexicano dejó entrever que entre los pasajeros pudo haber viajado el histórico narcotraficante Rafael Caro Quintero, algo que la Procuraduría General de la República (PGR) reconoció como una versión que se maneja. Incluso hay versiones que señalan que los ocupantes pudieron haber huído hacia Colombia y estar ahora en Panamá.
Información extraoficial indica que la aeronave descargó pasajeros en Bonaire, una isla ubicada frente a la costa occidental de Venezuela, y dio un plan de vuelo directo a Honduras, frente a Barquisimeto, capital del estado de Lara, al occidente de Venezuela, se desvió al sur hasta Apure.
Aviones caza Sukhoi de la Aviación Militar Bolivariana salieron de El Sombrero, capital del estado de Guárico, para obligar al avión a descender, lo cual hizo que aterrizara en Apure.
Por lo pronto, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México se mantendrá atenta a la respuesta que se otorgue a esta solicitud.
Radiografía del avión
— El avión contaba con capacidad para siete pasajeros. Fue construido en 1968, tiene registro oficial en Monterrey, Nuevo León, a donde fue exportado tras ser vendido por una compañía tejana en 2007, según datos de la Administración Federal de Aviación de EE UU.
— Su certificado de aeronavegabilidad data del 31 de octubre de este año y tenía vigencia hasta el 30 de octubre del 2014.
— Despegó del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (donde permaneció del 31 de octubre al 4 de noviembre); había llegado tres días antes procedente de Monterrey, Nuevo León.
— Estaba registrado a nombre de Jorge Salazar Ochoa, con domicilio en Colima; tras la investigación se conoció que esta persona tiene una forma de vida que no corresponde a la del dueño de un avión privado.
— Se tiene registro, por la Agencia Federal de Aviación (FAA, sus siglas en inglés), que funcionaba como taxi aéreo no solo en México, sino también en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico.
— El avión estuvo a la venta durante agosto en el sitio de internet Aircraft Market Place.