
El sur de Europa enfrenta una ola de calor extrema y precoz que eleva las temperaturas a niveles históricos justo al inicio del verano boreal. Francia, Italia, España y Portugal se encuentran en alerta máxima ante un fenómeno climático que evidencia los impactos crecientes del cambio climático.
En el sur de Francia, ciudades como Marsella experimentan temperaturas de hasta 40 ºC, marcando la 50ª ola de calor nacional desde 1947, según datos de Météo-France. Cuatro departamentos del litoral mediterráneo están en alerta naranja, debido no solo a las altas temperaturas, sino también al efecto agravante del calor marítimo, que impide el descenso térmico nocturno y provoca noches sofocantes.
Ante el riesgo de incendios forestales, las autoridades francesas han cerrado bosques y activado protocolos de prevención. En Marsella, las piscinas públicas serán gratuitas durante la ola de calor, mientras que padres y maestros improvisan con ventiladores en las aulas escolares. La situación se complica con tormentas violentas que ya han dejado dos muertos y 17 heridos, además de 25,000 hogares sin electricidad.
En Italia, la situación también es crítica. El gobierno ha declarado alerta roja en Roma, Venecia y 19 ciudades más, ante el potencial impacto del calor incluso en personas saludables. El Ministerio de Salud italiano recomienda evitar actividades físicas entre las 11:00 y las 18:00 horas, consumir alimentos ligeros como pasta y pescado, y usar aire acondicionado. Cabe recordar que Italia ostenta el récord europeo de temperatura más alta: 48.8 ºC en 2021, según la OMM.
En España, la ola de calor arranca el sábado con temperaturas previstas de hasta 42 ºC en regiones del sur, como Andalucía. La AEMET ha emitido alerta naranja en siete comunidades, incluyendo Madrid y Cataluña, y advierte sobre noches tropicales con mínimas por encima de 25 ºC. Protección Civil insta a la ciudadanía a hidratarse, usar ropa clara y atender a poblaciones vulnerables como niños y adultos mayores.
Un dato alarmante en el contexto español es la relación entre altas temperaturas y el aumento de la violencia de género, lo que ha llevado al Ministerio del Interior a reforzar medidas de protección para mujeres en situación de riesgo durante el verano.
En Portugal, dos tercios del país estarán en alerta naranja el domingo, con temperaturas de hasta 42 ºC en Lisboa y riesgo máximo de incendios.
Esta ola de calor, considerada inusualmente temprana, confirma lo que los científicos han advertido durante años: los fenómenos extremos serán cada vez más frecuentes e intensos. Sequías, incendios, tormentas y calor letal ya no son episodios aislados, sino parte de una nueva realidad climática que exige adaptación urgente a nivel social, urbano y sanitario.
Europa enfrenta el verano con un reto climático sin precedentes que pone en juego tanto la salud pública como la estabilidad ambiental. N
(Con información de AFP)