
Hay momentos que, si bien no cambian el rumbo del mundo, sí el nuestro. Pequeños desvíos del destino que no se anuncian con ruido, sino con una pausa. A veces basta un cruce de miradas para que algo, dentro, empiece a moverse como una piedra lanzada al agua: sin estruendo, pero con ondas que se … Leer más
Hay momentos que, si bien no cambian el rumbo del mundo, sí el nuestro. Pequeños desvíos del destino que no se anuncian con ruido, sino con una pausa. A veces basta un cruce de miradas para que algo, dentro, empiece a moverse como una piedra lanzada al agua: sin estruendo, pero con ondas que se … Leer más