La orden que Trump envía a sus embajadas en Europa es más que una instrucción administrativa: es una muestra de cómo se construye un relato político que puede cruzar fronteras, influir en aliados y moldear percepciones globales.
La orden que Trump envía a sus embajadas en Europa es más que una instrucción administrativa: es una muestra de cómo se construye un relato político que puede cruzar fronteras, influir en aliados y moldear percepciones globales.