Aumentó un 20 % la población de jaguares silvestres de México, el felino más grande de América, y se tiene un conteo de 4.800 ejemplares en los últimos ocho años, según los resultados de un censo nacional divulgados este jueves.
“Este crecimiento se debe, entre otros factores, al programa de conservación del jaguar que se implementa desde 2005”, esto, bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dijo Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, citado en un comunicado.
Entre los factores que han impulsado su proliferación está un aumento de la superficie de cobertura forestal respecto a hace dos décadas y un mayor esfuerzo de muestreo en relación con el anterior censo efectuado en 2010, agregó Ceballos.
En el censo 2018 participaron 25 grupos académicos de 16 instituciones, quienes colocaron 396 cámaras trampa en 11 sitios repartidos en 10 estados mexicanos, seis de ellos en el sur y el sureste del país.
Durante 60 días, las cámaras trampa tomaron 4.506 fotografías, de las que 348 imágenes correspondieron a jaguares, identificándose a 46 individuos. Otras 3.556 fotografías correspondieron a 20 especies de las que se alimenta este felino, detalló el comunicado.
“La presencia del jaguar asegura el funcionamiento de los ecosistemas, al regular las poblaciones de herbívoros, además de ser un indicador del buen estado de salud de los ecosistemas”, destacó Heliot Zarza, vicepresidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar.
El jaguar vive en 18 de los 21 países americanos y es considerado una especie “casi amenazada”, con 64.000 ejemplares en vida silvestre y en disminución, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Un 90% de ellos viven en la Amazonía.
Este felino puede pesar más de 100 kilos, aunque los ejemplares mexicanos rara vez superan los 60 kilos.
Su protección está teniendo mayor impulso continental tras el pronunciamiento, el 1 de marzo, de 14 países latinoamericanos en la sede de Naciones Unidas para implementar una agenda de conservación regional del felino hacia 2030, destacó María José Villanueva, directora de conservación en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
(Con información de AFP).