Las organizaciones de ecologistas pidieron a la delegación en Aguascalientes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negar la autorización del Manifiesto de Impacto Ambiental al Fraccionamiento Los Cobos, debido a que incumple con especificaciones de ley, aseguraron activistas en rueda de prensa.
Con base en el artículo 35, fracción tercera, de la Ley General para el Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), el Fraccionamiento Los Cobos incumple con dos aspectos esenciales, uno de ellos es que contraviene el Plan de Desarrollo Urbano 2040.
“Nosotros leemos el Plan de Desarrollo Urbano al 2040 y encontramos que en el mapa 39, contenido en la página 123 del Periódico Oficial del 15 de agosto de 2016, que la zona de Cobos (…) está contenida dentro de un área de conservación”, aseguró Agustín Bernal Inguanzo, integrante del Comité de Vigilancia Ambiental de la subcuenca Cobos-Pargas-San Francisco.
El otro motivo por el que le solicitan a la autoridad emita una negación, es que el manifiesto incurre en falsedades que, tras analizarlo, detectaron.
Entre las observaciones que señalaron del documento está el hecho de que Banco Interacciones, la empresa promovente, niega el impacto en el acervo paleontológico y arqueológico de la zona, debido a que tiene previsto inundar el arroyo de Cobos donde se encuentran varios vestigios, dijo Miguel Vázquez, también integrante del Comité de Vigilancia Ambiental de la subcuenca Cobos-Pargas-San Francisco.
Además, agregó que toman en cuenta a sólo 2 especies de reptiles sujetas a protección, cuando son alrededor de cinco. No incluyen a la tortuga casquito, al lince rojo y al venado cola blanca como parte de la fauna del lugar.
Según Vázquez, serán alrededor de 150 especies de vertebrados los que se van a ver afectados al fraccionar esta zona.
En el caso de los vestigios arqueológicos, se han encontrado cerámica y rocas que pudieran correlacionarse en antigüedad con los de El Ocote.
Los activistas pidieron al delegado de la Semarnat, Gilberto Gutiérrez, apegarse a la ley y por lo tanto, negar la autorización.
Además, precisaron que el artículo 33 de la LGEEPA dice que cualquier autorización en materia de impacto ambiental que haya dado la federación, no obliga a la autoridad municipal a dar las autorizaciones correspondientes.
La consulta pública concluye el próximo 26 de febrero, fecha en la que los ecologistas habrán entregado sus observaciones a la Semarnat. A la par, solicitaron una reunión pública donde los promoventes deberán responder las dudas y cuestionamientos de la ciudadanía.
Los activistas aceptaron que hasta la fecha el INAH no se ha manifestado a favor del patrimonio existente en esta zona.
“Sobre el patrimonio paleontológico yo veo que no han dicho nada, más bien como que respaldan la posición del fraccionador de que no va a afectar el patrimonio arqueológico cuando va a inundar por completo el cauce, el yacimiento”, especificó Miguel Vázquez.
Finalmente, Vázquez comentó que si las autoridades municipales están a favor de la conservación del Bosque de Cobos, también deberían considerar la ubicación del Microparque Industrial de 80 hectáreas aledaño a esta zona, que implicaría también afectaciones al arroyo.
“En el caso del municipio queremos que haga lo mismo, finalmente ese predio es administrado por ellos, pero propiedad de todos los hidrocálidos y lo más viable, lo que representa mayores beneficios para la ciudadanía es que sea de conservación”.
Finalmente, los activistas hicieron una invitación para que todas las personas interesadas consulten, ya sea en físico o vía digital, el Manifiesto de Impacto Ambiental para que emitan su opinión al respecto. Para quienes estén interesados en el documento en digital pueden consultarlo en http://apps1.semarnat.gob.mx/consultatramite/inicio.php con el siguiente número: 01AG2018FD002.