El ejército surcoreano está desarrollando una nueva arma para combatir las crecientes capacidades nucleares de Corea del Norte.
La Agencia para el Desarrollo de Defensa (ADD) de Seúl ha adquirido la tecnología para construir bombas de grafito, armas no letales que pueden acabar con sistema de energía de Corea del Norte en caso de una guerra, de acuerdo con fuentes militares que hablaron con la agencia de noticias de Corea del Sur Yonhap el domingo.
“Todas las tecnologías para el desarrollo de una bomba de grafito dirigida por el ADD han sido aseguradas”, dijo un funcionario militar. “Está en una etapa donde podemos construir las bombas en cualquier momento”.
Conocidas como “bombas de apagón”, las ojivas pueden ser lanzadas por un avión sobre las centrales eléctricas. Son bombas en forma de racimo que se dividen en varios cartuchos como “sub-municiones”, que a su vez liberan filamentos de grafito carbono que causan un cortocircuito en los suministros de electricidad.
Las bombas fueron utilizadas por primera vez por la Marina de los Estados Unidos en 1991 para apagar el suministro de energía en Irak durante la primera Guerra del Golfo. Más tarde también fueron desplegados contra Serbia durante el conflicto de los Balcanes en 1999.
Después de su uso en Kosovo, el portavoz de la OTAN Jamie Shea dijo que el impacto de la bomba es mayormente psicológico, ya que el país objetivo se siente literalmente y figurativamente impotente. “Podemos apagar el equipo cada vez que lo necesitamos y cuando queramos”, dijo Shea a la BBC en ese momento.
Corea del Sur está agregando las armas a su arsenal como parte de uno de sus programas militares recientemente desarrollados, el llamado “Kill Chain”, que tiene como objetivo detectar un ataque de misiles inminente desde el Norte y reaccionar con un ataque preventivo.
Según lo informado por el Korea Times en 2016, la acumulación de armas también incluye el Programa de Defensa de Aire y Misiles de Corea, encargado de localizar y disparar misiles nucleares rumbo a Corea del Sur, y una iniciativa conocida como el sistema coreano de Castigo y Represalias, que asestaría un golpe de regreso contra un ataque norcoreano.
Grupos de monitoreo como la Nuclear Threat Initiative registraron Pyongyang realizando 19 pruebas de misiles este año solo, incluyendo dos misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar el continente de los Estados Unidos. Corea del Norte también probó una bomba de hidrógeno en su sexto y más poderoso ensayo nuclear hasta la fecha.
El ejército surcoreano dice que no hay señales de una amenaza inminente.
“Todavía tenemos que detectar cualquier signo de provocaciones inmediatas de Corea del Norte”, dijo una fuente militar surcoreana el lunes, citada en Yonhap, y añadió: “Estamos manteniendo un esfuerzo de monitoreo mejorado para protegernos de cualquier desarrollo”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek