QUIÉN INVENTÓ EL AMOR, de dónde sale, dónde se siente. Estas preguntas son las que José Manuel López Velarde explora con En fidelidad, su próxima obra de teatro que supone un afortunado reto profesional: dirigir y actuar al mismo tiempo.
Su pieza teatral trata de explicar las profundidades de este complejo y maravilloso sentimiento, “cómo es, cómo florece en las primeras citas y qué pasa en el cerebro durante la primera cita”, refiere el actor de 41 años en una entrevista concedida en La Teatrería, el espacio artístico ubicado en la colonia Roma de la CDMX donde se estrenará En fidelidad el 14 de febrero.
Esta pieza teatral se estrenó en agosto pasado en el festival Fringe de Edimburgo y como eje estructural incluye un experimento: en cada puesta en escena dos personas del público son elegidas para embarcarse en una primera cita en vivo sobre el escenario y frente a la audiencia.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Se improvisan actos para encontrar el amor?
—La obra tiene un guion completamente escrito y tiene partes en las que hay dinámicas con las dos personas que suben del público a tener una primera cita. Yo selecciono a dos personas, no importa el sexo, de acuerdo con sus afinidades. Hay previamente una dinámica para conocerlas y saber quiénes están dispuestos a participar. Luego esas dos personas leen unos textos, les hago unas preguntas y sus respuestas las ligo al texto preexistente. La premisa es ayudar a dos personas a encontrar el amor arriba del escenario. Ahí analizamos qué fregados es el amor, por qué queremos quedarnos con una persona toda la vida.
—¿Qué prefieres, dirigir o actuar?
—Definitivamente dirigir. Soy un director nato, dirijo casi desde que nací. Me siento cómodo, como pez en el agua. Estudié actuación para saber cómo dirigir actores. Esta es la primera vez a escala profesional que dirijo y actúo al mismo tiempo y es todo un reto, estoy nervioso, es una responsabilidad muy grande. Sin embargo, es un personaje que no es tan lejano a mí, lo que me brinda confianza.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Cuál fue la última puesta teatral que viste que te dejó sin aliento?
—The Flying Lovers of Vitebsk, dirigida por Emma Rice, con la compañía Kneehigh, en un teatro pequeño de Shakespeare Globe, en Londres. Y, en general, cualquier obra de teatro de esa compañía me ha dejado sin aliento.
—¿Cuándo fue la última vez que experimentaste el fracaso?
—Ayer. Durante la mañana estábamos repasando las líneas de esta obra y creí que ya había hecho todas las correcciones y adaptaciones y, de pronto, a tan poco tiempo del estreno, me di cuenta de que no. Un pequeño fracaso. Hoy mismo en la mañana sentí una frustración de padre tremenda, pues no logré que mi hija menor probara fruta alguna.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Cuándo fue la última vez que sentiste tristeza por México?
—Hace una hora. Estaba viendo en Twitter las reacciones por el discurso de despedida de Obama y me dio mucha envidia que yo nunca haya sentido tristeza porque un presidente en México se vaya… o porque llegue. No he sentido tristeza, ni indiferencia, sino coraje. Coraje porque llega, alegría porque se va.
—¿Cuándo fue la última vez que te sentiste perdidamente enamorado?
—Hace tres semanas. Vi a mi esposo jugando cómodamente y muy entretenido con mis hijas. Esa imagen me hizo sentir demasiado amor.