“¡Estoy menstruando!”, grita una mujer del público en un concierto punk en el norte de Brooklyn.
“No estoy segura de que eso merezca tantas fanfarrias”, responde desde el escenario Shawna Potter, cantante de War on Women.
Este no es el típico diálogo entre el público y la banda que se da entre una canción y otra en un concierto de punk hardcore. Asimismo, War on Women tampoco es la típica banda de punk hardcore.
Formada hace cinco años y con sede en Baltimore, War on Women grita y roquea sobre temas que pocas veces aparecen en el catálogo de ese género musical: el derecho al aborto, el acceso a anticonceptivos, sobrevivir a una violación y la misoginia en Internet.
“Llevamos nuestro mensaje de feminismo a todo el mundo”, declaró a Newsweek Potter, la cantante de la banda, en el sótano de Saint Vitus, un bar y sala de conciertos escasamente iluminado del vecindario de Greenpoint en Brooklyn, donde tocaron con Global Threat y Strike Anywhere, grupos incondicionales del punk hardcore.
También es la noche del segundo debate presidencial y, de una manera bastante extraña, el sótano de Saint Vitus aloja una pintura al pastel del candidato presidencial republicano Donald Trump en la que aparece como un Willy Wonka de los bienes raíces en 1989.
La música de War on Women se destaca en un género hipermasculino que desde hace mucho tiempo ha estado dominado por bandas formadas exclusivamente por varones. (El hardcore surgió a finales de la década de 1970, más pesado y más rápido que sus orígenes punks). En su segundo álbum homónimo, Potter grita acerca de la desigualdad salarial (una muestra de la letra: “¿Qué? ¿La diferencia de salarios no es lo suficientemente grande como para satisfacer tu ego?”) y de la epidemia de feminicidios en Ciudad Juárez, México.
Bandas punk y alternativas muy influyentes como The Slits, Hole, Bikini Kill y L7 son ejemplos de “grandes bandas de los últimos 40 años que han compuesto música hardcore, intensa y marginal relacionada con las mujeres y que trata acerca de los problemas y la igualdad de las mujeres”, señala Brooks Harlan, una de las dos guitarristas de la banda. Sin embargo, debido a que “la política de género no había sido un tema tan sensible” hasta hace muy poco, añade, este tipo de bandas “siempre han sido consideradas como una especie de novedad”.
Para las mujeres, los espectáculos en vivo de hardcore pueden ser lugares físicamente violentos e intimidantes, y con frecuencia, es más seguro mantenerse cerca del fondo para evitar ser golpeadas por extremidades que se sacuden y cuerpos que vuelan. Sin embargo, esta configuración (los hombres principalmente en el frente y las mujeres principalmente en el fondo) puede hacer que, en ocasiones, las mujeres sean tratadas literalmente como percheros humanos; varios hombres me pidieron que sostenga su chamarra o su mochila para que puedan saltar libremente en el baile.
War on Women desea cambiar esto. Potter ha pedido desde el escenario que “las mujeres, los homosexuales y las lesbianas digan ‘Esta noche es su noche, aprópiense del espacio, y todos los demás, cedan un poco de espacio”, dice. “Quiero que los varones o las lesbianas de aspecto tradicionalmente masculino hagan un poco de espacio, que cedan algo de su espacio, y decirles a las mujeres muy femeninas y a los homosexuales que se adueñen del espacio y que sepan que lo están haciendo juntos y cooperando unos con otros”.
“Creo que nuestra banda es una representación visual de esto. Tenemos hombres y mujeres en una banda feminista”, añade Potter; la guitarrista Nancy Hornburg, la bajista Sue Werner y el baterista Evan Tanner son los otros miembros de War on Women. “Para mí, el feminismo ya no es sólo [algo] que las mujeres necesitan escuchar. Es indispensable que los varones escuchan el mensaje, suban abordo y trabajen con nosotras en esto”.
La representación feminista va más allá de los miembros de la banda. Pueden verse condones y tampones junto a camisetas y discos de vinilo en la mesa de mercancías de la banda. El miércoles, Bridge Nine, el sello discográfico de la banda, lanzó una versión actualizada de la bandera de Gadsden (una bandera histórica de Estados Unidos) que decía “No toques mis genitales” en lugar de “No me molestes”. La tumultuosa elección de 2016 ha hecho que su mensaje resulte aún más importante.
Un día antes de que Newsweek hablara con War on Women, surgió una grabación de audio en la que Trump esencialmente aprobaba la agresión sexual contra las mujeres, diciéndole a Billy Bush, que en ese entonces era conductor del programa Access Hollywood, que podía “tomarlas de los genitales”. Hasta ahora, nueve mujeres han revelado que Trump las acosó o atacó sexualmente, lo cual ha sido negado por el candidato. Asimismo, numerosos mujeres han compartido experiencias personales de agresión o acoso sexual a raíz de los comentarios Trump.
War on Women sabe lo extendido que está este problema. Durante la canción “YouTube Comments” (Comentarios de YouTube), Potter habla acerca de los comentarios explícitos y violentos que se han hecho a los vídeos de la banda, mientras aumenta la intensidad de su voz, pasando de los conocidos abucheos hasta el abuso verbal en “Broken record” (Disco roto). La letra de “Say It” (Dilo) es un llamado para que las sobrevivientes de violación alcen la voz: “Dilo, dilo, ‘fui violada’”.
Aunque Trump fue mencionado de pasada en el concierto del 9 de octubre, los fans alemanes corearon “Que se joda Trump”, y Potter rompió una piñata de Trump en conciertos anteriores de War on Women.
“Son este tipo de comentarios de este tipo de hombres, hombres poderosos, los que producen casos como el de Brock Turner, que hacen que los chicos como él piensen que tienen derecho sobre el cuerpo de las mujeres”, señala Potter, que también es fundadora del capítulo de Baltimore de Hollaback!, la campaña internacional contra el acoso en las calles. “Desde luego, van a intentarlo y a ver hasta dónde pueden salirse con la suya gracias a personas como Trump, gracias a personas como Billy Bush. Pienso que también debemos criticarlos”.
A pesar de que ha habido una mayor diversidad en el hardcore y el punk en los últimos años, la cual ha incluido a deslumbrantes bandas como Super Union, G.L.O.S.S. y Downtown Boys, Harlan señala que no ha habido ningún cambio notable en la conformación de género de las bandas. “Todavía hay un montón de bandas compuestas sólo por varones que simplemente están ahí cantando sobre cosas de hombres para otros hombres. Esto nos da mucho material para nuestras críticas”, afirma. Por otra parte, ha visto un mayor cambio en las actitudes y en el lenguaje: una moratoria en el uso de la palabra “faggot” (marica) para describir una conducta “tonta o boba”, la aceptación de los sanitarios para ambos sexos y el reconocimiento de que “si una mujer informa que alguien la está acosando, es algo que se debe tomar en serio”, señala.
Antes de salir al escenario, Potter y Harlan contemplan el próximo disco de War on Women. Aunque “buena parte del mejor punk surgió en la década de 1980, en la época de Reagan, porque había un enemigo, un enemigo muy definido”, Potter se muestra cautelosa de escribir un álbum dedicado íntegramente a la elección de 2016. En lugar de ello, podría haber canciones acerca de Purvi Patel, una mujer de Indiana que fue encarcelada por tener un aborto espontáneo, e “historias sobre hombres jóvenes de raza blanca que van a lugares públicos y les disparan a todos, ya sea porque son negros o porque son mujeres y porque fueron rechazados en una cita, por lo que se sienten con derecho a quitarle la vida a alguien”, dice.
Independientemente de lo que venga más adelante, la banda desea que War on Women sea el comienzo de algo nuevo. El concierto de Brooklyn ha sido una de las pocas veces en las que he visto a una banda de punk hardcore desde el frente del escenario. Junto a mí, una mujer colgó su bolso de mano en el cuello de su compañero y se abrió paso hacia delante a través de la multitud.
“Espero que se manifieste en forma de más bandas femeninas”, dice Harlan antes de corregir. “Quiero decir, más bandas con miembros femeninos. Estoquea.”
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek