Durango logró revertir en pocas semanas uno de los episodios de sequía más severos de su historia reciente. Según datos del Monitor de Sequía de México, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la situación cambió notablemente entre mayo y junio.
A mediados de mayo, el 95% del estado presentaba algún nivel de sequía, incluyendo condiciones catalogadas como excepcionales en varios municipios de la sierra. Sin embargo, al cierre de junio, solo el 13% del territorio permanecía con afectación moderada, sin reportes de sequía severa, extrema o excepcional.
El cambio comenzó a notarse a partir del 15 de junio, cuando las precipitaciones redujeron significativamente el número de municipios en situación crítica. En esa fecha, solo dos municipios se mantenían en categoría de sequía extrema. Para el 30 de junio, todas las categorías más graves habían desaparecido del reporte oficial.
Actualmente, 13 municipios están clasificados con sequía moderada (D1) y 11 en condición anormalmente seca (D0). El 59% del estado ya no presenta afectación.
Entre los municipios que mostraron mayor recuperación destacan Guanaceví, Topia, Tamazula y Tepehuanes, ubicados en la región serrana, donde las lluvias ayudaron a mejorar los niveles de humedad del suelo y la cobertura vegetal.
Especialistas consultados por Conagua advierten que, aunque la recuperación es positiva, la condición D0 de sequía implica un posible riesgo en Durango si las lluvias disminuyen o si no se lleva a cabo un manejo responsable del recurso hídrico.
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