En el Pueblo Mágico de Calvillo, a tan solo media hora de la capital de Aguascalientes, existe una tradición textil que ha sido transmitida de generación en generación: el deshilado. Esta técnica, meticulosa y llena de simbolismo, no solo es un emblema de la artesanía del estado, sino también un testimonio vivo de la paciencia, creatividad y dedicación de las manos que lo elaboran.
Las artesanas de Calvillo son las guardianas de este legado. Con agujas e hilos, transforman piezas de tela en verdaderas obras de arte, donde cada puntada cuenta una historia. Sus diseños, inspirados en la naturaleza y las tradiciones locales, reflejan la identidad de una comunidad que encuentra en el deshilado un puente entre el pasado y el presente.
La belleza de Calvillo no se limita a sus tradiciones; su entorno natural, enriquecido por las recientes lluvias, ofrece paisajes llenos de vida y color. Sus montañas verdes, caminos entre huertas de guayaba y cielos limpios invitan a redescubrir la tranquilidad de este rincón del estado. Cuándo visites éste pueblo mágico, no dejes de recorrer la Casa del Artesano, donde podrás adquirir piezas auténticas de deshilado, así como otras muestras artesanales elaboradas por artistas del municipio.
Más allá de su valor estético, esta labor artesanal es un acto de resistencia cultural. En un mundo cada vez más industrializado, las deshilanderas preservan una técnica que requiere tiempo, precisión y amor por el detalle. Cada pieza que crean no solo viste cuerpos, sino que también teje memoria, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para Aguascalientes y para México.
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DIFUSIÓN DE LA SECRETARÍA DE TURISMO (SECTUR)