En una sociedad donde la discapacidad aún suele ser vista con condescendencia, el Festival Oxímoron emerge como una apuesta radical por la visibilidad, la potencia creativa y la transformación cultural. Fundado hace 13 años en Querétaro, centro-norte de México, por un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos, este evento se ha consolidado como un espacio de encuentro para artistas con discapacidad —como escultores y fotógrafos ciegos, escritores con displasia ósea severa y guitarristas sin un brazo — que exploran, cuestionan y reinventan las nociones tradicionales del arte y la inclusión. Y su novena edición no fue la excepción.
Todo comenzó con un taller experimental de fotografía para personas con discapacidad visual, que inicialmente iba a durar solo tres meses. Con el tiempo este se amplió, se sumaron más participantes y surgieron preguntas más profundas: ¿dónde exponen los artistas con discapacidad?, ¿quién los visibiliza? y ¿cómo profesionalizar su trabajo?
“Es una iniciativa de la ciudadanía, como dirían ahora ‘del pueblo’. Un amigo y yo nos encontramos y platicamos acerca de los fotógrafos ciegos. Compramos unas cuantas cámaras con los pocos recursos que obtuvimos de una convocatoria, y lo que iba a ser algo temporal se convirtió en un proyecto de vida. A los dos años de estar con el taller conocimos otras iniciativas que ya llevaban mucho tiempo, por ejemplo, ‘Seña y verbo: teatro de sordos’. Ahorita ya se está empezando a normalizar que los artistas con discapacidad participen en instituciones, pero hace 13 años no”, recuerda en entrevista con NW Noticias el director y fundador del festival, Miguel Ángel Herrera Oceguera.
NUEVAS FORMAS DE MIRAR LA DISCAPACIDAD
En 2012 se constituyeron como una asociación civil para darle más formalidad y verlo como un trabajo de largo plazo, así nació Buró Cultural, que hoy impulsa al Festival Oxímoron. Este nombre representa lo aparentemente contradictorio, como fotógrafo ciego y músico sordo, que en primera instancia suena absurdo, pero que, en el fondo, revela una inteligencia poética que desafía prejuicios y abre “nuevas formas de mirar”.
“La palabra ‘oxímoron’ resignifica ideas preconcebidas con binomios provocadores, construyendo un lenguaje propio de creación, resistencia y posibilidad. La traducción de la raíz grecolatina al español es ‘tontera-inteligente’, una figura retórica que combina dos ideas aparentemente opuestas”, explica el gestor cultural.
Uno de los grandes retos, asegura Herrera Oceguera, ha sido romper con la percepción de que el arte hecho por personas con discapacidad es meramente terapéutico. “Muchas veces el público va ‘para apoyar’, como si se tratara de un acto de caridad. Pero estamos hablando de producciones culturales de gran calidad, que tienen algo que decir, que respiran diferente. Esa diferencia es precisamente su potencia”.
Aunado a lo anterior, como la mayoría de los festivales independientes en México, incluso en el mundo, Oxímoron ha tenido que lidiar con el eterno problema de financiamiento. De las 13 ediciones que deberían ser, solo nueve se han concretado.

“Algunas veces logramos tener esa conversación con los funcionarios públicos y otras no. Principalmente nos han apoyado la Secretaría Cultural del Municipio de Querétaro y la del Estado (Secult)”, apunta. Aun así, la pasión de sus organizadores ha sido el motor principal, desde el primer festival, armado con solo 20,000 pesos y mucha voluntad, hasta ediciones más grandes. En 2017, por ejemplo, tuvieron una delegación de 12 invitados de Reino Unido.
LA NOVENA EDICIÓN DEL FESTIVAL OXÍMORON
Este 2025 el festival regresó tras dos años de ausencia. En palabras del fundador, en su octava edición el encuentro se llevó a cabo en estrecha colaboración con la Secult. Sin embargo, de manera repentina, la dependencia decidió organizar su propio festival, con una propuesta muy similar en sus líneas de trabajo al encuentro Oxímoron y al que nombraron “Festival Artístico Inclusivo”, realizado en enero de 2023 y 2024.
“Decidieron hacer su propio festival explorando algunas líneas discursivas muy similares a Oxímoron, pero finalmente hubo cambios administrativos en la Secult y retomamos esa alianza. Ahora la secretaria de Cultura, Ana Paola López Birlain, lo dice textualmente: ‘¿Por qué nos inventamos otro evento si ya existe?’. Esa es la filosofía que a mi juicio deben tener las instituciones públicas”, señala.
Para este año lograron conseguir el Programa de Apoyo a Festivales Culturales y Artísticos (Profest), lo que permitió ampliar su alcance, profesionalizar al equipo y reforzar la comunicación. “Lo aplicamos cuando sentimos que de verdad había posibilidades de obtenerlo y funcionó”, dice Miguel Ángel Herrera.
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La novena edición se realizó del 25 al 29 de junio en diferentes sedes de Querétaro, con 160 invitados, 15 grupos artísticos y ocho actividades académicas. Entre los conceptos que desarrollaron para el festival figuró el “Verano disca”, una fiesta comunitaria en la que invitaron al público a participar activamente en las plazas públicas donde estuvieron, como el Jardín Guerrero (28 y 29 de junio), la Delegación Félix Osores (29 de junio) y la plaza principal de la comunidad de Higuerillas en el municipio de Cadereyta de Montes; esta última se llevará a cabo el próximo 12 de julio.
ARTISTAS INVITADOS DE MÉXICO, CHILE Y ARGENTINA
Durante casi una semana se contó con la participación de grandes artistas. Uno de ellos fue el escultor oaxaqueño José García Antonio, quien quedó ciego debido al glaucoma e impartió talleres en Oxímoron bajo el nombre “Manos que ven”. Otra figura destacada fue Andrés Godoy, un guitarrista chileno de un solo brazo que ofreció distintos conciertos en la jornada. En tanto, Elian Chali, escritor, activista y artista visual argentino, inauguró un mural cerca de la antigua estación del ferrocarril, en La Jabonera, que llevó por nombre “El delicioso problema de cómo vivir juntos”, y con quien NW Noticias platicó.

“TODA ARTE ES POLÍTICA”
“Los pedidos de interpretación siempre me parecen tareas para el espectador”, comenta Chali al presentar su mural. Aunque rehúye imponer lecturas únicas, reconoce que su trabajo responde a un programa estético riguroso: la abstracción geométrica, el uso deliberado de colores primarios y la interacción con el contexto arquitectónico.
No es la primera vez que pisa Querétaro. Ya en 2014 había sido invitado por el Festival Board Dripper, donde también hizo una obra en el espacio público, justo a la vuelta de donde ahora se erige su nueva pieza. “Ya conocía la ciudad”, dice con una sonrisa que denota familiaridad. No obstante, sí fue su primera vez en Oxímoron.
Su participación en Oxímoron no se limitó al mural, también impartió un taller y ofreció un conversatorio. “Lo fuimos conversando durante meses para que mi participación fuera provechosa”, explica. Para Elian, el arte tiene el potencial de transformar el paisaje político y emocional de una ciudad, pero no de forma inmediata. “Un trazo, una línea puede cambiar el mundo, pero los procesos del arte tienen otra velocidad. Toda arte es política, pero no podemos poner sobre ella la deuda de cambiarlo todo”.

En ese mismo tono, reflexiona sobre el papel del arte y la discapacidad. “Siempre ha estado muy desarrollada la parte expresiva. Hay muchos artistas con discapacidad y exhibiciones que abordan estas problemáticas. Pero insisto: las lecturas le tocan al espectador. Hay que respetar los tiempos de cada proceso”.
Y su trabajo no para. Viene de impartir un taller en Nueva York, está por inaugurar una exhibición en Ciudad de México, presentará un libro, y tiene en puerta viajes a Argentina, Austria, España y Holanda. “Mi agenda está completamente tomada hasta junio de 2026”, afirma. Su exposición podrá verse en la galería Salón Silicon en la colonia Roma, y la presentación de su obra “Socavón”, será el viernes 4 en la librería La Americana, en la Condesa, ambas en CDMX.
DÉCIMA EDICIÓN DEL FESTIVAL OXÍMORON
En torno a la próxima edición del Festival Oxímoron, el director Herrera Oceguera indica que lo inmediato es preparar una décima jornada que sirva como punto de inflexión. “Queremos reflexionar sobre lo que hemos sido, lo que somos y hacia dónde debemos ir. Será una edición que deje documentos, como un libro y documental, que sirvan de base para lo que viene”, concluye. N
