“Cuando era niña no existían las
clases de danza clásica en los townships (barrios pobres). Teníamos que ir a la
ciudad y era demasiado caro. Ahora tenemos danza clásica en los
townships“, dice entusiasmada Mmule Mokgele, profesora de danza
contemporánea y afrofusión en un estudio en Soweto, que ahora se formará en
danza clásica.
Durante años, el ballet en Sudáfrica fue
una actividad que sólo podían disfrutar las personas de raza blanca, luego de
más de 22 años del fin oficial del apartheid, un estudio de danza de Soweto ha
iniciado clases de la disciplina para adultos negros que deseen mejorar su técnica
de baile a través del aprendizaje de ésta.
Dirk Badenhorst, presidente de la
Competición Sudafricana de Danza Clásica, decidió ofrecer un cambio con su
nuevo proyecto de formación en danza clásica en los barrios pobres del país.
“Durante mucho tiempo sólo los blancos
podían acceder al ballet, que se enseñaba únicamente en sus barrios. Hoy hay
cuatro profesores negros… Tenemos bailarines extraordinarios de danza
contemporánea, pero no de ballet”, constata el presidente.
Las clases se otorgan en el centro de
Soweto, a un costado de museo “Hector Pieterson”, que recibió su nombre en
homenaje a un niño de 12 años que murió durante el levantamiento de Soweto en
1976.
Con 58 años de edad y proveniente de
Cuba, María de Torguet, profesora de danza clásica en el estudio, asegura: “Es
muy difícil enseñarles el ballet. En Cuba, los profesores han estudiado 8 años
de carrera de ballet. Aquí no. Les estoy enseñando la colocación del cuerpo
para bailar. La concentración es también muy importante, mucha concentración y
amor, todo lo que se hace con amor se logra”.
La danza clásica es la base de las
diversas disciplinas de la danza, pues permite fortalecer al cuerpo y al
bailarín mismo, de manera física y mental, para aprender con mayor facilidad
otros estilos e incrementar el nivel de los artistas.