En las últimas horas, Barack Obama ha pasado de ser un espectador desde la barrera a un participante activo en la contienda para buscar a su reemplazo. El jueves, se reunió con Bernie Sanders en la Casa Blanca y un poco después, ese mismo día, publicó un vídeo anunciando su respaldo para Hillary Clinton. Sin duda, lo que sigue es hacer campaña por su ex secretaria de Estado. Esa noche, apareció en el programa Tonight Show de la NBC, el cual había sido grabado el miércoles. Después de repetir su papel en el segmento “Slow Jam the News” y escribir algunas notas de agradecimiento, el anfitrión y el mandatario sostuvieron una conversación auténtica sobre los últimos meses de Obama en el cargo, la carrera para encontrar a su reemplazo, y otros temas. Para variar, Jimmy Fallon evitó (en buena medida) los comentarios chuscos durante la entrevista.
Hace tiempo que los votantes se preguntan qué opina Obama del actual desastre electoral y en particular, de Donald Trump. En 2011, el presidente dejó un precedente inolvidable durante la Cena para Corresponsales de la Casa Blanca, donde se burló del magnate, y ahora que Trump está a una elección general potencial de reemplazarlo, aumenta la presión. Pero, como siempre, Obama no parecía preocupado en lo más mínimo.
“Es un trabajo serio”, dijo, acerca de la presidencia. “No es televisión de realidad. He visto el tipo de decisiones que deben tomarse y el trabajo que debe hacerse. Tengo plena confianza en que el pueblo estadounidense tomará la decisión adecuada al recordar lo que está en juego, así como todos los temas increíblemente importantes que debemos resolver correctamente. Eso es lo que suele hacer”.
Lo que más preocupa al mandatario es el estado del Partido Republicano (GOP), el cual se encuentra tan desorganizado desde que Obama ascendió al cargo que ha nominado Donald Trump como candidato a la presidencia. No obstante, pese a las ocasionales sonrisitas irónicas, el presidente no se regodeó ante la discordia que impera en el partido opositor. “Cuando tienes dos partidos que son serios y que tratan de resolver problemas, la democracia funciona, y este país funciona. Ellos tienen diferencias filosóficas, tienen debates feroces, disputan e impugnan las elecciones, pero al final lo que quieres es un sistema saludable de dos partidos”, dijo.
“Creo que lo ocurrido en ese partido, y que ha culminado con su actual nominación, no es bueno para el país”, prosiguió. “No es algo que desearían los demócratas. Mi esperanza es que, una vez que pasen por este ciclo, haya alguna acción correctiva y vuelvan a ser un partido de centro-derecha, ya que el ADN del Partido Demócrata es de centro-izquierda, y entre todos encontremos la manera de trabajar juntos”.
Tal vez la parte más interesante de la presentación de Obama en Tonight Show fue lo que dijo acerca de sus planes posteriores a la Casa Blanca. Afirmó que echaría de menos a su personal, y cuán repentino iba a parecerle el final de su mandato, cuando llegue ese día. “Es increíble, porque sacan todas tus cosas en un solo día, literalmente”, reveló. “Llevan todo a cualquier parte donde quieras mudarte. Vives en la Casa Blanca hasta el día de la inauguración, y después del día de la inauguración, te sacan”.
Obama comentó que quizás fuera a Hawái durante un tiempo al terminar su mandato. Él y Michelle pasarán allá al menos unas semanas y dejarán que Sasha y Malia se las arreglen solas un tiempo, antes de establecerse en su nuevo hogar de Washington, D.C. Pero, ¿qué hay de los planes post-presidenciales a largo plazo? Obama escribirá sus memorias. ¿Y qué hay de la multicitada sugerencia de que algún día sería un excelente magistrado de la Suprema Corte de Justicia? “Luzco bastante bien con túnica”, bromeó el mandatario. “No obstante, creo que no es la mejor manera de aprovechar mi tiempo después de dejar el cargo”.
Obama parecía un tanto nostálgico al hablar del final de su segundo periodo, aunque básicamente, parecía ansioso de terminar con todo de una vez. “Son los últimos ocho meses de su presidencia”, señaló Fallon. “¿Acaso empieza a ponerse un poco emotivo? ¿Le está ganando el sentimiento?”.
Obama no vaciló al responder: “No”.