Argentina acordó el jueves subir el salario mínimo 33 por ciento para que llegue a a 8060 pesos (560 dólares) en enero de 2017, informó una fuente empresarial que participó del acuerdo realizado entre el gobierno y sindicatos.
El alza del salario referencial, que hasta ahora era de 6060 pesos (420 dólares), se abonará en tramos entre junio, septiembre y enero de 2017.
El acuerdo es visto con buenos ojos por las partes involucradas ya que permite dar un piso más firme a los asalariados del país sudamericano.
“Es un buen acuerdo, porque para el sector empresario no es una cosa grave y da un piso aceptable para un sueldo mínimo”, afirmó Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa al salir de Casa de Gobierno.
En el llamado Consejo del Salario también se hizo una actualización del seguro de desempleo, que tenía un retraso muy marcado con respecto a los salarios de 2016, considerando además que Argentina tiene cinco años con inflación de dos dígitos, y al fina pasó de 400 pesos (27.7 dólares) a 3000 pesos (208 dólares).
Pese a que Argentina atraviesa una elevada inflación -de casi 20 por ciento acumulada en 2016-, que se siente sobre todo en la canasta básica, el presidente Mauricio Macri que asumió el poder el 10 de diciembre, tomó la antipopular medida de devaluar más de un 30 por ciento la moneda local tras levantar las restricciones cambiarias que regían desde 2011, algo que si bien no abonó en su imagen política, sí le dio un respiro a la economía que tuvo que salir de la irrealidad en que se encontraba sumida durante el kirchnerismo.
El salario, que se actualiza cada año por ley, es el piso que se usa en las negociaciones colectivas entre sindicatos y empresas, y el aumento de los sueldos en Argentina sirve como indicador de la inflación real en momentos que no hay estadísticas oficiales.
Consultoras económicas privadas prevén que la inflación cerrará este año en torno al 40 por ciento. El gobierno de Macri había previsto que estaría entre 20 y 25 por ciento.