El ejército de Ucrania lanzó el 6 de agosto una ofensiva sorpresa en Kursk, una región fronteriza de Rusia, tomó unas 30 localidades y empujó a huir a miles de civiles.
Esto es lo que se sabe de la operación ucraniana, el mayor avance de un ejército extranjero en suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial, a una semana después de su inicio.
LA OFENSIVA DE UCRANIA A RUSIA DEJA 121 HERIDOS
El ataque ucraniano comenzó poco después del amanecer, hacia las 5:30 horas (2:30 GMT), del 6 de agosto, según el ejército ruso. En un inicio, hasta 1,000 soldados ucranianos penetraron en la región de Kursk, con una treintena de blindados, de acuerdo a Moscú.
Un responsable ucraniano, bajo condición de anonimato, indicó días después que varios “miles” de militares participaban en la operación. “La frontera no estaba protegida. Solo tenían minas antipersona esparcidas entre los árboles al borde de la carretera”, comentó un soldado ucraniano con el seudónimo “Rujyk”.
Una de las principales zonas de ataque del ejército ucraniano fue la ciudad de Sudzha. Las autoridades locales difundieron imágenes de la destrucción causada por los bombardeos.
Según las autoridades de Kursk, los combates y bombardeos ucranianos dejaron al menos 12 civiles muertos y 121 heridos, incluidos diez niños, y al menos 121,000 personas fueron desplazadas.
En la vecina región de Belgórod, también limítrofe de Ucrania, se anunciaron igualmente evacuaciones, pero de menor magnitud. Las autoridades rusas enviaron ayuda de emergencia a la zona fronteriza y se pusieron a disposición de los desplazados trenes hacia Moscú. Una cadena de televisión local mostró en el centro de Sudzha edificios destruidos, escombros esparcidos por las calles y grandes cráteres como resultado de los disparos de artillería.
“NUESTRA CIUDAD SE CONVIRTIÓ EN RUINAS”
En un video difundido por los medios de comunicación rusos, siete personas abandonaron sus hogares y pidieron ayuda al presidente Vladimir Putin. Muchas afirman que algunos miembros de sus familias no habían podido ser evacuados.
“En pocas horas, nuestra ciudad se convirtió en ruinas. Nuestros seres queridos se quedaron allá, no podemos llamarlos, no hay señal. Por favor, ayúdennos a recuperar nuestras tierras”, declaró un hombre.
Un sacerdote afirmó que Sudzha estaba “en llamas” y que la gente se estaba refugiando en su iglesia. Esta pequeña ciudad de aproximadamente 5,500 habitantes alberga el último gran centro de tránsito del gas ruso enviado a Europa a través de Ucrania.
Aunque Europa ha reducido considerablemente su dependencia del gas ruso desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, Moscú sigue suministrando al continente a través de estas infraestructuras en el marco de un acuerdo de cinco años que firmó con Kiev a finales de 2019.
Ucrania afirmó que no renovará este acuerdo a finales de este año. Videos del 9 de agosto muestran a soldados ucranianos armados frente a instalaciones de Gazprom cerca de Sudzha.
Las tropas ucranianas han avanzado 800 kilómetros cuadrados en la región rusa de Kursk, según fuentes rusas divulgadas por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) y analizadas este martes por la AFP.
UCRANIA BUSCA UNA “PAZ JUSTA”
El comandante del ejército ucraniano, Oleksander Sirski, afirmó haber conquistado cerca de 1,000 kilómetros cuadrados. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó este martes 13 de agosto que sus tropas controlan 74 localidades en la región de Kursk.
Rusia reconoció el lunes que los ucranianos se habían apoderado de una zona de 40 kilómetros de ancho y 12 kilómetros de profundidad, y que 28 localidades habían caído.
Las tropas ucranianas ocupan al menos la parte occidental de Sudzha, mientras que las partes oriental y central son “zonas grises” en disputa, según afirmó el ISW el lunes.
Vladimir Putin denunció una “provocación a gran escala”, acusando a los soldados ucranianos de bombardear indiscriminadamente edificios civiles. El ejército ucraniano busca “sembrar la discordia en nuestra sociedad”, dijo. En ese sentido, acusó a Kiev de “ejecutar la voluntad” de sus aliados occidentales.
Las autoridades ucranianas guardaron silencio durante mucho un primer tiempo sobre su ofensiva. Tres días después de su inicio, el presidente Volodimir Zelenski dijo que Rusia debía “sentir” las consecuencias de la guerra que ella misma desató.
Posteriormente, admitió que buscaba “trasladar la guerra” a Rusia y apoderarse de las zonas desde las cuales se bombardea la región de Sumy, situada frente a la de Kursk. Ucrania aseguró que no tenía la intención de “anexionarse” territorios en Rusia, sino de presionar a Moscú para que acepte una “paz justa”. N
(Con información de AFP)