Un grupo de científicos descubrió que algunas vacas lecheras producen significativamente menos metano que otras. Si bien la agricultura es vital para proporcionar alimentos y lácteos al mundo, contribuye con una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero, que los líderes mundiales buscan reducir a medida que empeora el cambio climático.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el hombre se relaciona con los alimentos. Sin embargo, investigadores de la Universidad Massey, en Nueva Zelanda, hallaron que algunas vacas en realidad producen 15 por ciento menos emisiones de metano, y la buena noticia es que producen la misma cantidad de leche.
Los hallazgos de los científicos se publicaron el 13 de diciembre en el New Zealand Journal of Agricultural Research (la Revista de Investigación Agrícola de Nueva Zelanda).
LAS VACAS SON PODEROSAS GENERADORAS DE METANO
Las vacas generan metano de forma natural cuando digieren los alimentos, ya que tienen microbios en el estómago que producen este gas natural a partir de la fermentación de su alimento. Previamente, los científicos habían descubierto que los piensos de mayor calidad producen menos metano que los que son más difíciles de digerir.
El metano es el segundo mayor contribuyente del cambio climático, solo detrás del dióxido de carbono. Es un poderoso gas de efecto invernadero que se produce tanto de forma natural como subproducto de las actividades humanas.
Sin embargo, algunas fuentes naturales de metano, como las que provienen de las vacas, son inevitables. En el nuevo estudio, los científicos clasificaron 45 vacas lecheras irlandesas según la cantidad de emisiones de metano que producían. Se descubrió que aquellas que producían menos producían la misma cantidad de leche.
Es incierto el por qué algunas vacas producen menos emisiones que otras, pero los investigadores informaron que reducir las emisiones de metano de las vacas podría disminuir drásticamente los niveles de metano en la atmósfera, lo que podría acercar al mundo a los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero.
MENOS METANO NO EQUIVALE A MENOS LECHE
“Las emisiones de metano residual se calculan por la diferencia entre el metano entérico esperado y medido producido por kilogramo de materia seca ingerida. El metano residual se ha identificado previamente como un rasgo que no está relacionado con los rasgos de productividad animal, como la producción de leche”, dijo la autora principal de la investigación, Katie Starsmore, de la Universidad Massey, Teagasc y VistaMilk, en un comunicado.
“El objetivo de este estudio fue investigar la capacidad de este rasgo para clasificar y seleccionar animales que producen menos metano de lo esperado por kilogramo de materia seca y que, por lo tanto, son más eficientes”, añadió la investigadora.
“La vaca lechera promedio en este estudio emitía 352 gramos de metano entérico por día y consumía 16.6 kilogramos de materia seca. La clasificación de los animales según su metano residual resultó en una reducción en la producción diaria de metano en 15 por ciento y ningún efecto en la productividad. Hay animales que están produciendo menos metano de lo esperado, pero producen los mismos sólidos lácteos y pesan lo mismo”, agregó Starsmore.
En general, los estudios científicos representan una oportunidad para, en el futuro, utilizar únicamente vacas que produzcan menos cantidad de metano. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)