La vida sexual en adultos de 40 años en adelante es un tema importante y a menudo subestimado. A medida que las personas van creciendo, su sexualidad puede cambiar debido a uno o varios factores como enfermedades o prejuicios sociales, pero eso no significa que desaparezca o se conviertan en seres asexuados —aquel individuo que no siente atracción sexual por otro—, como marcan los estereotipos de género, sobre todo en mujeres. Si bien hay una tendencia a la baja, expertos indican que a partir de esa edad lo más importante es la calidad, no la cantidad y, sobre todo, preservar la salud sexual.
“El cuerpo empieza a tener fallas y eso hace que el deseo baje. Entonces asociamos que, de manera natural, el cuerpo tiene que dejar de tener sexo porque va avanzando la edad, pero no es así”, explica la doctora Deny Gutiérrez Welsh, especialista en medicina regenerativa y funcional, en entrevista con Newsweek en Español. “Aquellas personas que la mantienen, tienen una sexualidad más libre y mucho más placentera”.
De acuerdo con la onceava edición del Barómetro de Control “Los españoles y el sexo”, un exhaustivo estudio sobre los hábitos sexuales de esa población, una de cada tres personas mayores de 41 años confesó haber reducido su actividad sexual debido a los cambios asociados con la edad y el envejecimiento.
En tanto, un artículo de la BBC refiere que, en Reino Unido, la falta de deseo sexual en hombres es más alta entre los 35 y 44 años, mientras que el pico en mujeres es de los 55 a 64 años.
LAS CAUSAS DE LA PÉRDIDA DEL DESEO SEXUAL
Entre las principales causas de la pérdida del apetito sexual destacan la salud física, mental, mala comunicación, tabúes y falta de conexión emocional. Según expertas, algunas enfermedades, discapacidades, medicamentos y cirugías pueden afectar la capacidad de tener y disfrutar las relaciones sexuales.
“En mujeres puede haber infecciones vaginales que traen como consecuencias ardor, dolor a la penetración y, en ocasiones, puede deberse a la cándida que se ve favorecida por el tema de diabetes, enfermedad que tanto en hombres como mujeres también afecta el sistema circulatorio”, dice.
Sin embargo, también existen cambios físicos normales. Por ejemplo, una mujer puede notar cambios en su vagina; a medida que envejecen, este conducto fibromuscular puede acortarse y estrecharse.
Además, las paredes vaginales pueden volverse más delgadas y un poco más rígidas. Por esta razón, la mayoría puede tener menor lubricación, lo que conlleva a que las penetraciones sean menos deseables.
“De ser la sequedad vaginal un problema, usar un lubricante a base de agua o condones lubricados pueden solucionar la situación. También otro problema en las mujeres, en particular a esta edad (40 años y más), tiene que ver con tiroides y ovarios, empiezan a fallar dando como consecuencia síntomas como ansiedad y depresión”, apunta.
En hombres, la impotencia sexual, también llamada disfunción eréctil o DE, es más común. Esta puede ocasionar que un hombre tarde más en lograr una erección. No obstante, la DE no es un problema si ocurre de vez en cuando, pero si se presenta con frecuencia lo mejor es consultar un médico.
CUIDARSE DE LAS ETS
Aunque en el imaginario colectivo cuidarse de alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) puede ser obvio, la doctora Irma Aburto, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, explica que algunos adultos creen que la edad protege de ETS.
Sin embargo, cualquier persona sexualmente activa está en riesgo de contraer enfermedades como sífilis, gonorrea, verrugas genitales, tricomoniasis, entre otras.
A tenor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual; la mayoría de los casos son asintomáticos.
Se estima que más de 500 millones de personas (de 15 a 50 años) tiene una infección genital por el virus del herpes simple (VHS). Las cifras sugieren que, en individuos de ese rango de edad, se registran: 156 millones de casos nuevos de tricomoniasis, 127 millones de casos de clamidia, 87 millones de gonorrea y 6.3 millones de registros de sífilis.
PRESERVAR LA SALUD SEXUAL A CUALQUIER EDAD
En el marco del Día Mundial de la Salud Sexual, que se conmemora cada 4 de septiembre desde 2010 como estableció la Asociación Mundial para la Salud Sexual (AMSS), Aburto recomienda que, para mantener una buena salud, debe hacerse ejercicio o practicar algún deporte regularmente, dormir las horas necesarias (según Mayo Clinic, un promedio de siete horas), mantener una dieta equilibrada, reducir el consumo de alcohol y cigarro, así como realizar exámenes rutinarios, no realizar prácticas de riesgo y cuidar la higiene íntima.
“Las mujeres dejan la salud sexual en segundo plano. En ocasiones se centran más en la crianza o en la casa. Además, algo importante, es que la sexualidad no solo se centra en el coito, sino todo lo que ocurre alrededor. Tenemos que tener confianza, expresar nuestras emociones a pesar de la edad. Nadie debe tener culpa ni temor de ejercer su sexualidad”, concluye. N