En la Zona del Río, un grupo de alrededor de 250 personas se congregó en el pie del monumento a Cuauhtémoc para expresar su rechazo hacia los libros de texto gratuitos. Estas personas argumentan que estos materiales didácticos contienen carga ideológica y una excesiva hipersexualización de los niños. Además, exigieron que se detenga su distribución, acatando la sentencia de una juez de distrito que dictaminó que no se deben entregar debido a que no se siguió el proceso legal adecuado en su elaboración.
Manuel Alejandro Flores Pérez, padre de familia, compartió en una entrevista los tres principales motivos de la inconformidad: la presencia de mala ortografía, la disminución de contenido científico y la imposición de ideologías de género en los contenidos. “Se otorgó la suspensión de plano y los gobiernos de Morena no la quieren acatar, eso de ponerse por encima de la ley me parece muy riesgoso y un mal ejemplo para los niños y para todos los mexicanos”, declaró Flores Pérez.
El profesor de segundo y tercer año de la escuela Secundaria Técnica 33, Armando Robles, sostuvo que son los libros que se distribuirán en las escuelas primarias los que presentan mayores problemas, especialmente en la materia de historia debido a su contenido altamente ideologizado. Robles hizo un llamado a los padres de familia para que ejerzan su derecho de exigir que sus hijos no sean adoctrinados en las escuelas, y también para que se cumpla con lo establecido en el artículo 23 de la Ley General de Educación, que explica el método para la elaboración de los libros.
El profesorado se encuentra en una posición de invitar a los padres de familia a conocer el contenido de los libros y, de ser necesario, trabajar en conjunto para abordar las preocupaciones. Es fundamental que se respete el derecho de los padres de familia a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, aseguró Robles.
Este debate plantea interrogantes sobre la influencia de los contenidos en los libros de texto gratuitos y el papel de la educación en la formación de los niños mexicanos. Las voces disidentes y la exigencia de transparencia en el proceso de elaboración de estos materiales refuerzan la importancia de un diálogo abierto y respetuoso entre todos los actores involucrados. N