En Baja California, las autoridades del Sistema Penitenciario y de Salud están siendo duramente criticadas por ignorar las demandas de las personas en huelga de hambre, quienes reclaman atención y soluciones a sus problemas. María Hilda Lorena Arreola, frente a la penitenciaría del estado en La Mesa, y Emmanuel García, afuera del Hospital Ambulatorio Oncológico, son dos de las personas que están llevando a cabo esta acción como una forma de protesta.
La señora Arreola, de 68 años, expresó su frustración ante la falta de atención por parte de las autoridades. Afirmó que desde el inicio de su huelga de hambre, ninguna autoridad se ha acercado a entregarle el pliego petitorio, y criticó especialmente a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos por no preocuparse por su estado de salud. Arreola señaló que, aunque algunos familiares de los internos en el centro penitenciario le han brindado apoyo ofreciéndole agua y bebidas hidratantes, ella continuará en huelga hasta que la gobernadora se acerque a dialogar con ella.
Por su parte, Emmanuel García lleva 36 horas en huelga de hambre y ha tenido comunicación con funcionarios del Senado de la República y la presidenta de la Comisión de Salud del Congreso del Estado. Estas reuniones se llevarán a cabo mañana para abordar la problemática de la falta de equipamiento médico. García exigirá ver las facturas de la compra del equipo de radioterapia necesario para el Centro Oncológico Ambulatorio en Tijuana. Además, responsabilizó al gobierno de Baja California y a sus funcionarios por cualquier daño que sufra su salud tras superar las 72 horas sin alimentos ni bebidas.
En medio de la huelga, García enfrentó un incidente de seguridad cuando una persona en situación de calle intentó robarle sus pertenencias. Sin embargo, gracias a una aplicación de seguridad que descargó, se alertó a las autoridades, quienes respondieron rápidamente enviando tres patrullas al lugar y deteniendo al ladrón. García expresó sus preocupaciones ante la falta de seguridad y la posibilidad de enfrentar un tumor cancerígeno.
Mientras tanto, las autoridades penitenciarias y de salud en Baja California se encuentran en el centro de la controversia por su inacción y falta de respuesta a estas demandas urgentes. La situación continúa en desarrollo mientras las personas en huelga de hambre luchan por hacerse escuchar y obtener la atención que merecen. N