La vida y eventual muerte de un mono capuchino salvaje con una discapacidad en sus extremidades ha sido descrita y explicada por un grupo de científicos. Las investigaciones de los expertos revelan que la madre y su grupo social trataban al bebé con discapacidad de igual forma que a cualquier otro, pero batallaban al cargarlo de un lugar a otro.
Un estudio publicado por la revista científica Primates, el pasado 15 de febrero, encontró que la discapacidad en las extremidades del mono lo llevó muchas veces a estar en posiciones inestables cuando su madre lo cargaba. Estas situaciones aumentaban la frecuencia de reajustes en la posición, lo que pudo haber llevado a su eventual muerte.
“La madre (Baleia) cargaba al bebé (Balaio) de manera muy similar a los otros bebés, con algunos ajustes”, dice a Newsweek Tatiane Valença, coautora del artículo e investigadora de la Universidad de São Paulo y del Grupo de Investigación de Primates Neotropicales en Brasil.
“La discapacidad de las extremidades del infante (posiblemente congénita) hizo que estuviera en posiciones inestables cuando lo cargaban. Por eso, la madre aumentó la frecuencia con la que lo ajustaba en su espalda. Otro macho del grupo (Cuscuz) también cargó al infante y también aumentó la frecuencia de los ajustes en su espalda”.
DE ESTRUCTURA SOCIAL COMPLICADA
Los capuchinos son monos del nuevo mundo nativos de los bosques tropicales de América Central y del Sur. Pueden crecer hasta 55 centímetros de largo, pesar cuatro kilos y tener colas casi tan largas como sus cuerpos. Tienen una estructura social complicada, viven en grupos de 10 a 35 monos.
A los monos también les resultó difícil cargar al bebé cuando buscaban comida, especialmente cuando rompían nueces. “Además, este grupo rompe nueces de palma con herramientas de piedra y los monos capuchinos generalmente ponen la cola en el suelo o la sujetan en un árbol para aumentar la estabilidad durante esta actividad”, explica Valença.
“El impacto de romper nueces hizo que el bebé estuviera en posiciones inestables también, entonces la madre a veces levantaba la cola al romper nueces mientras lo cargaba”.
El mono con discapacidad fue recibido por el grupo social a pesar de la dificultad que les representaba cargarlo. “Los monos capuchinos tienden a mostrar mucho interés en los recién nacidos, acercándose a ellos, paseándolos, mirándolos con atención e incluso relamiéndose los labios. Balaio fue bien recibido por su madre y otros miembros del grupo, como cualquier otro bebé”, indica la experta.
EL MONO CON DISCAPACIDAD SE AFERRABA
Sin embargo, al mono le resultó difícil aferrarse a su madre y a otros miembros del grupo debido a la discapacidad de sus extremidades. “Los monos capuchinos con discapacidades ajustan bastante bien sus movimientos y comportamientos para alimentarse, vivir con otros congéneres y reproducirse como cualquier otro mono. Sin embargo, un mono capuchino recién nacido necesita aferrarse a su madre para estar con el grupo, y la discapacidad hizo que fuera difícil hacerlo”, explica Valença.
Eventualmente, el bebé con discapacidad murió, y aunque los investigadores no vieron exactamente lo sucedido, creen que el mono probablemente se cayó y perdió la vida.
“No estamos seguros de qué causó la muerte, pero probablemente fue causada por una caída. Vimos al bebé el día antes de darnos cuenta de su muerte. Estaba perfectamente bien. Después examinamos el cuerpo. La piel alrededor del ojo izquierdo estaba descolorida e hinchada, favoreciendo la hipótesis de que la muerte se debió a un traumatismo. Entonces, su discapacidad pudo haber contribuido a su muerte”, manifiesta la especialista.
La madre trató de cargar el cuerpo de su bebé durante muchas horas y se alimentó de las moscas que rodeaban el cadáver, pero finalmente se detuvo después de batallar para trepar al mismo tiempo que lo cargaba.
“Después de la muerte, la madre cargó al bebé durante horas con cierta dificultad. Se detuvo varias veces para dejar el cadáver en las ramas y dejar que cayera al saltar entre los árboles”.
LOS ADULTOS NO TOCARON EL CADÁVER
Tatiane Valença explica que ningún adulto más que la madre hizo contacto con el cadáver. Pero otros cuatro monos jóvenes mostraron mucho interés, acercándose, tocando y acicalando el cuerpo.
Los autores del artículo afirman que la dificultad para llevar a los bebés discapacitados que se observa en los capuchinos contrasta con la facilidad que muestran muchas especies de primates, de acuerdo con un estudio anterior publicado en la revista Primates en 2015. Este describe cómo un chimpancé discapacitado fue llevado y cuidado diligentemente por su madre; así como otros chimpancés que incluso han sido vistos cargando a sus crías muertas durante meses.
Los autores sugieren que la evolución de caminar sobre dos patas en lugar de cuatro, como en los capuchinos y otros monos, puede haber ayudado a los primates a desarrollar estos comportamientos de cuidado.
“La dificultad de subir a los árboles a personas discapacitadas y muertas puede ayudar a explicar la escasez de informes [sobre el comportamiento] de los platirrinos [monos del nuevo mundo]. Y sugiere que la terrenalidad y la creciente facilidad de bipedestación pudieron haber contribuido a la evolución de estos comportamientos en los primates”, escribieron en el artículo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).