Tan pronto como abres la puerta percibes el vapor en tu cara. El calor se impregna en todo tu cuerpo y cada uno de tus poros comienza a sudar. No han pasado más de cinco minutos desde que entraste cuando el maestro te pide que te pongas de pie, te mires al espejo y comiences con el primer ejercicio: respiración Pranayama.
Se estima que a nivel mundial el yoga es una industria que genera anualmente 80 billones de dólares. En México el crecimiento de esta práctica ha sido impresionante y en los últimos años hay miles de mexicanos que aseguran que practican yoga todos los días. Dentro de los distintas modalidades de esta disciplina, se ha evaluado que la industria del Bikram Yoga –una variante de hatha yoga, que se practica en una habitación cuya temperatura es de 42 grados centígrados– alcanzará 8.3 billones de dólares en ventas en 2016.
Ulises Calatayud es maestro de Bikram Yoga en México y es mundialmente conocido por la labor que, junto a Bikram Choudhury–fundador de Bikram Yoga–, ha realizado para desarrollar esta práctica en México y en otros países de América Latina. Calatayud, según cuenta en entrevista con Newsweek en Español, comenzó su camino espiritual gracias a la meditación y pronto se dio cuenta de que su cuerpo también necesitaba atención.
“Mi misión era traer el Bikram Yoga a México, y hoy en día existen más de dieciocho estudios en el país, todos con maestros certificados por Bikram; ahora quiero enfocarme también en la meditación”, asegura Calatayud, quien en la actualidad es dueño de un estudio en la Ciudad de México.
En promedio un estudio de Bikram Yoga ofrece de cuatro a seis clases al día, cada una de las cuales puede albergar hasta cincuenta alumnos. Cada clase de Bikram Yoga supone un coste de entre 15 y 25 dólares, a diferencia de las clases de yoga sin calor cuyo costo en promedio es de 8 dólares, de modo que el factor que eleva considerablemente los costos del Bikram Yoga es el sistema de calefacción que se requiere para mantener el salón a 42 grados centígrados.
Martha, una alumna de esta disciplina desde hace cuatro años, toma clases todos los días. “Vengo a diario porque funciona, me ayuda física y mentalmente, por eso pago más de 2,500 pesos al mes en clases y artículos de yoga, porque es mi vida y prefiero gastar dinero en eso que en salir de fiesta con mis amigas”, cuenta en el vestidor.
Tras cinco minutos de respiración, las gotas de sudor escurren por tus brazos y caen sobre el tapete. Ahora comienza la primera parte de la clase: doce posturas de pie con las que trabajas fuerza, balance y respiración. Cuando puedes darte cuenta, ha pasado ya media hora desde que haces posturas de pie, el sudor penetra tus ojos, moja tus labios, tienes sed y percibes cierto mareo…
La práctica del Bikram Yoga se convirtió en una moda a partir de que celebridades como Lady Gaga y Jennifer Aniston comenzaron a ejercerla, lo cual sirvió como un imán para atraer más gente a los estudios. Estimaciones conservadoras aseguran que Bikram Choudhurypercibe una ganancia anual aproximada de 7 millones de dólares.
Sin embargo, tanto para Choudhury como para Ulises Calatayud, el Bikram Yoga es mucho más que un negocio.
De acuerdo con Ulises, la vida ha convertido a los occidentales en personas estresadas y, por ello, considera que “enseñar a los niños es la solución para que las cosas cambien. Yo lo he visto porque a mis hijos, desde que tenían días [de nacidos], los sentaba en mis piernas a meditar conmigo y he visto cómo crecieron, el tipo de seres que son, y he tenido la bendición de trabajar con jóvenes y he visto lo que pasa y cómo crecen, son diferentes a los demás”.
Por esta razón la mayoría de los estudios de práctica de yoga en el mundo permiten que los menores tomen clases gratis, así crecen con la serenidad que la práctica les ofrece. Además de que se convierten en clientes que pagarán por yoga toda la vida.
“Mírate en el espejo y entrelaza tus manos, bloquea la rodilla derecha, tu rodilla es un poste de luz, inquebrantable, no tienes rodilla. Si tu rodilla derecha está bloqueada toma tu pie izquierdo por enfrente con tus manos entrelazadas, si tu rodilla se dobla la postura no ha comenzado así que fija un punto en tu rodilla derecha y bloquea la rodilla”. El maestro repite el decálogo que conoces, el calor ya no importa, no puedes pensar en nada más que en bloquear tu rodilla.
Actualmente hay 330 estudios de Bikram Yoga en América y 600 en todo el mundo, la mayor concentración está en California, en donde hay 86 estudios.
“Desde que vengo a Bikram no voy al doctor. Es verdad: me enfermo menos, me alimento mejor, estoy feliz. Claro que es caro, pero es mucho más barato que ir a un hospital”, dice Beatriz, una bailarina que lleva cinco años practicando Bikram Yoga.
Ulises agrega que “nunca es demasiado tarde para aprenderlo, para que alcances tu máximo potencial, para que estés en paz, bien emocionalmente, para que no envejezcas, hay que hacer yoga. Funciona”.
Llega el momento de ir al piso, te miras al espejo y te sientes orgulloso de lo que lograste, al mismo tiempo sientes miedo pues sabes que apenas vas a la mitad de la clase. Entonces volteas y ves que a tu lado hay una pequeña niña de doce años brincando sobre su tapete; junto a ella, un señor de más de sesenta años con sobrepeso lucha por mantenerse de pie. Todos han logrado terminar con la primera parte de la clase y todos juntos terminarán la segunda. Al piso.
De acuerdo con Ulises Calatayud, considerado la máxima autoridad en Bikram Yoga en México, esta disciplina, nacida hace 4,700 años en la India, no se limita sólo a la práctica física de las posturas, sino que tiene que ver con un estilo de vida que requiere que implica aspectos como la meditación, el tantra, la buena alimentación y la física mental.
Casi todos los estudios de yoga en el mundo ofrecen –por un costo adicional– clases de meditación, reiki o tantra. Esto hace que el negocio del yoga se ramifique en estas otras disciplinas.
“Si practicas yoga con constancia, eventualmente meditas. Haces una postura de Bikram y cuesta trabajo: no puedes respirar, no llegas a la rodilla, yo te estoy gritando y tú estás luchando. Hasta que un día escuchas que digo ‘inhala o exhala’, y te das cuenta de que si respiras ya no sufres. Tu cuerpo se da cuenta de que respirando se siente mejor y así lo entrenas cuerpo para que, cuando haya una situación de estrés similar fuera del salón, respires y te relajes”, agrega Ulises, quien está convencido firmemente de que el yoga puede cambiar el mundo.
Una hora y media de diálogo, posturas y sudor. Noventa minutos de mirarte fijamente al espejo, entonces te das cuenta de que lo lograste, de que sobreviviste y sientes una inmensa emoción por regresar mañana.
Puedes practicar Bikram Yoga en Bikram Yoga México
Séneca 35
Col. Polanco
Miguel Hidalgo , D.F
Tel. 52 82 35 95
Otros estilos de yoga en la Ciudad de México:
– Ashtanga yoga es una forma de yoga dinámico en el que los movimientos y la respiración están sincronizados. En México puedes practicarlo en el Centro Kiai.
Prol. Bosques de Reforma 1362-2
Col. Bosques del Chamizal
Cuajimalpa, D.F.
Tel. 55/5596-8553 y 5596-8523
– Kundalini yoga es una disiplina que utiilza posturas y mantras para meditar y relajarse. Puedes tomar una clase de prueba en Agoralucis.
La Fontaine 78
Col. Polanco, D.F.
Tel. 5280.8317 / 5281.7550 / 5281.7555
– Acroyoga es una técnica en la que las posturas se hacen mientras estás suspendido en telas que cuelgan del techo. En México una opción para practicarlo es en Gravity Fitness.
Avenida Tamaulipas 152
Col. Hipódromo Condesa, D.F.
Tel. 52 (55) 5286.11.33