Museos, bibliotecas, plazas públicas o parques, dependiendo el espacio alternativo o urbano, la compañía de danza El Cuerpo Mutable/Teatro en Movimiento se adapta al entorno para crear sus obras. Dentro del factor diferencial está el sensibilizar a los espectadores para que experimenten con su cuerpo y universo una infinidad de posibilidades.
A lo largo de 40 años de trayectoria, la cualidad estética de la compañía es su capacidad de transformación y adecuación. Ello se refleja en la producción de más de 60 obras e intervenciones al espacio público, bajo dispositivos coreográficos que construyen el diálogo entre el diseño arquitectónico, la escenificación y la audiencia como agente activo en la construcción de la narrativa.
“Si bien es importante convocar al teatro, también lo es acercar la obra artística a la comunidad. Muchas veces es su primer acercamiento con un arte vivo, por eso hay que procurar que sea agradable. Cuando nos presentamos hay desconcierto y sorpresa, pero hay un gusto natural por un evento extra cotidiano”, detalla para Newsweek en Español Lidya Romero, directora de El Cuerpo Mutable/Teatro en Movimiento.
Un ejemplo de esta habituación a los diferentes entornos fue la pieza coreográfica “Atavíos”, cuyo desarrollo estuvo pensado particularmente para la Biblioteca José Vasconcelos. Recostados en el piso, los asistentes observaron desde abajo la puesta en escena.
“Los pisos traslúcidos nos dieron la posibilidad de trabajar una danza en el plano horizontal arriba del espectador. Diversas compañías no modifican sus dimensiones. La obra que ya tienen montada queda asentada en las mismas proporciones”, comenta.
EL CUERPO MUTABLE PRESENTA PAISAJE TRANSFIGURADO, 40 ANIVERSARIO
Creada en 1982 por Lidya Romero, Eva Zapfe y Herminia Grootenboer, esta agrupación de danza celebrará su cuarta década con el programa “Paisaje transfigurado, 40 aniversario”, el cual consta de dos obras de naturaleza distinta: Tres tercios y Paisaje transfigurado.
En el Palacio de Bellas Artes se presentará el próximo 11 de agosto, dentro de la temporada Palacio en Movimiento. Los días 10 y 11 de septiembre estará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y, finalmente, del 24 al 25 de septiembre, en la Sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario.
“Es un tránsito de la compañía a lo largo de 40 años, paisajes que se han transformado con la mirada y la construcción del cuerpo. Lo interesante de la pieza es que el lenguaje de la luz, música y el diseño de vestuario parten del concepto de transfiguración, mutabilidad e impermanencia de la vida”, acota sobre el evento que tendrá nueve bailarines arriba del escenario.
Inspirada en el arte de la fiesta brava, tauromaquia, Tres tercios plantea una pieza coreográfica entre la dualidad bestia/hombre, enmarcada en una ceremonia donde la vida confronta a la muerte. Para evidenciar la contienda del ser humano con el animal, los intérpretes también rolan entre toro/torero, aludiendo a mitologías arcaicas.
En junio de 2022, el juez federal Jonathan Bass concedió la suspensión definitiva de la corrida de toros en la Plaza México, tras un amparo promovido por la asociación civil “Justicia Justa”, la cual considera el maltrato animal como una violación al derecho de un medioambiente sano. Cuestionada por su postura sobre el arte taurino, dice respetar la visión de los animalistas, a favor de ellos y en contra del comportamiento irracional de una persona hacia otro ser vivo.
“Nos importa la ritualidad que encierra el hecho de estar en la Plaza de Toros. Esta reflexión que hacemos a partir de la tauromaquia no toca el tema del maltrato, sino la liturgia y tradición de 500 años en nuestro país”, precisa Lydia Romero.
CÓMO SE NUTRE EL MOVIMIENTO
A diferencia de los escritores y pintores que pueden ser solitarios, la danza es grupal. Desde el entrenamiento y proceso creativo, diversas personalidades alimentan la obra. Más allá de un hecho físico, permite una comunicación espiritual. Así, el movimiento se nutre de un lenguaje generado por una imagen, sensaciones, recuerdos y del acontecer diario.
Algunas obras emblemáticas de la compañía son: Nina, Escaparates, Papeles de guerra, Arqueología Postmoderna Trilogía, Bajorrelieve y el Viaje. Licenciada en Educación Artística por la ESAY, Lydia Romero debutó en el Palacio de Bellas Artes en 1975 con el Ballet Nacional de México y la obra Interacción y recomienzo, de Guillermina Bravo. Además, fue directora de la Academia de Danza Mexicana entre 2007 y 2016.
Bajo su percepción, la danza es una acción escénica en la que convergen ritmos y expresiones humanas. Aunque sus padres no desempeñaron carreras artísticas —ingeniero civil y ama de casa—, la afición de su madre por el movimiento provocó que junto a su hermana iniciara clases de ballet a la edad de ocho años. Esta voluntad la frenó en su adolescencia para profundizar en lo contemporáneo, donde la atención se centra en el suelo y se trabaja en la gravedad.
“Como a los 14-15 años me di cuenta de que ese mundo fantástico no era lo mío, mi línea expresiva iba por otro rumbo”, señala.
Hoy en día, Lydia Romero es una destacada intérprete, creadora y promotora de danza y arte contemporáneo. Para cerrar el año, del 16 al 18 de diciembre, llevará “Paisaje transfigurado, 40 aniversario” al Teatro de las Artes. Con la visión de llegar a festivales nacionales.
“Para el próximo año lo queremos movilizar en territorio nacional, en varios de los festivales más importantes de danza y si surge alguna invitación internacional, mejor”, concluye. N