En México se produce una gran cantidad de contenidos para medios electrónicos, eso es indiscutible. La cuestión es que el famoso “ingenio mexicano” se ha adaptado a la expresión tecnológica y eso siempre va a requerir ventanas de expresión.
Platicamos para ello sobre el Segundo Festival Pixelatl de animación, videojuegos y cómics y el modelo Ideatoon que propone con el director general del evento, José Iñesta.
—¿Está teniendo el alcance que se plantea el festival?
—Pixelatl se creó para detonar la industria multimedia nacional, convertirla en una palanca de desarrollo, significación y reconciliación para nuestro país. Hacer que una industria emerja no es tarea fácil ni de poco tiempo. Es una inversión constante de talento y de coconstrucción. En los tres años pasados nos enfocamos en mejorar contenidos y narrativas para que fueran relevantes a escala internacional. Después del caso de éxito de Mariachi Zombie, nos motiva a redoblar esfuerzos y tratar de construir masa crítica de propiedades que se vendan a otros territorios.
—¿Por qué creer que los contenidos digitales pueden desarrollar un “espíritu de comunidad”?
—No sólo los contenidos digitales generan comunidad… El compartir narrativas es un acontecimiento que acerca a los seres humanos. Gracias a la tecnología, estas historias pueden llegar a más seres humanos y acercarnos a diferentes realidades a las que no tendríamos acceso. Lo importante son las historias que se cuentan, los temas personales que reflejan dramas universales del ser humano. Al final, cuando escuchamos una anécdota o relato nos vemos reflejados en los personajes, nos volvemos parte de la historia, y el que la cuenta terminar tocándonos el corazón y nos acercamos.
—Si buscan aumentar las producciones nacionales, ¿algún organismo empresarial o de gobierno los está apoyando decididamente?
—Detonar la industria no significa aumentar el número de producciones nacionales… Eso ya se ha logrado gracias a instituciones como Imcine, Fonca, y Conaculta que tienen incentivos dedicados para eso. Sin embargo, todavía no podemos hablar de una industria multimedia en México. La razón es porque los contenidos no son universales. Lo que queremos construir son narrativas que lleguen al corazón de la gente en todo el mundo, que no se limiten a México o a países de habla hispana. Sólo así se puede generar una industria, cuando el público, la audiencia o el mundo quieran ver un relato que les hable de forma personal; cuando se enamoren tanto de sus personajes que los quieran ver no sólo en el cine, sino también en una serie de tv, un videojuego, una app, una tablet, un peluche, una mochila, etcétera.
—¿Cuál es el mensaje de Pixelatl a la comunidad a través de este espacio?
—Aprovechen las diversas convocatorias que tenemos disponibles… Están hechas no sólo para competir, sino también para educar, para conocer el mercado y ver lo que están buscando en términos de contenidos en otros países. También que participen en el festival de Cuernavaca. Es un acontecimiento para tejer redes de colaboración, para unir los puntos y crear significados que puedan transformar a México.