Muy pronto será muy rentable conducir un auto eléctrico. Créame.
Conforme la red eléctrica dependa cada vez más de la energía renovable, el almacenamiento de energía excedente será aún más importante. Las fuentes de energía intermitente, como solar y eólica, suelen producir excedentes cuando funcionan a máxima capacidad, pero llegada la noche o cuando el viento amaina, la generación cae a cero. Por esa razón, los operadores de redes eléctricas necesitan encontrar la manera de almacenar la capacidad excedente en horas de interrupción y acceder a ella cuando haga falta.
Podrían construir enormes bodegas repletas de baterías para almacenamiento, pero eso sería costoso. Una solución más económica es la tecnología vehículo-a-red (V2G, por sus siglas en inglés): sistema computarizado mediante el cual los dueños de vehículos eléctricos (VE) pueden enviar parte de la electricidad almacenada en sus baterías directamente a la red, y recibir dinero a cambio.
La capacidad de una batería VE es de unos 10 kilowatts/hora de energía. Así que bastan treinta autos para proporcionar electricidad a unas trescientas viviendas. Además, es energía muy barata: según Willett Kempton, supervisor de equipo de investigación de la Universidad de Delaware que está incursionando en el proceso V2G, si los operadores de red compraran la electricidad de las baterías VE, pagarían apenas un décimo de lo que costaría construir estaciones de baterías para producir la misma cantidad de energía.
A principios de año, Nissan anunció que estaba trabajando con Endesa —compañía española de servicios públicos— para lanzar un sistema V2G. Por su parte, la startupdanesa Nuvve (que ya obtuvo la licencia de la tecnología V2G del equipo de Kempton) ha anunciado que pronto comenzará operaciones comerciales V2G con dos operadores de redes eléctricas en Europa y dos fabricantes globales de automotores.
Un sistema automatizado podría tomar energía de las baterías VE cuando las redes más la necesiten y, además, a buen precio para compradores y vendedores. Pero si los propietarios de vehículos tienen que hacer un viaje largo y no quieren correr el riesgo de ceder su capacidad de batería, podrían deshabilitar el sistema temporalmente para interrumpir la conexión con la red eléctrica. Kempton asegura que los propietarios ganarán mucho más con V2G de lo que pagan actualmente por la recarga de sus baterías. “La propuesta es muy atractiva.”