Un grupo de 128 manifestantes cubanos que participó en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 en dos barrios de La Habana, consideradas las más violentas de esas jornadas, fueron condenados a penas de entre 6 y 30 años de cárcel, informó este miércoles el Tribunal Supremo.
De los 129 procesados, 128 fueron encontrados culpables de delitos de sedición y hurto. Dos de ellos, Dayron Martín Rodríguez y Miguel Páez Estiven, recibieron condenas de 30 años de prisión, añadió el comunicado del TSP.
En los juicios, celebrados entre el 14 diciembre y el 3 de febrero, fueron juzgados 129 cubanos que participaron en las protestas en los barrios de Diez de Octubre y La Güinera.
“Estos procesos fueron seguidos contra 129 ciudadanos, acusados de cometer y provocar graves disturbios y hechos vandálicos. Ello con el propósito de desestabilizar el orden público, la seguridad colectiva y la tranquilidad ciudadana”.
El tribunal señaló: “al acto judicial asistieron varios familiares y amigos de los implicados, quienes pudieron presenciar la profesionalidad y transparencia con que se desarrollaron las audiencias”.
A su vez las autoridades notificaron las sentencias, en las que consideró “probado y demostrado” que el 11 de julio de 2021, en la Esquina de Toyo, municipio de Diez de Octubre, obedeciendo instrucciones impartidas por personas tanto desde Cuba como desde el exterior, los acusados, “intentaron subvertir el orden constitucional, de forma violenta”.
“Lanzaron piedras y botellas contra varios funcionarios de la Policía Nacional Revolucionaria. Voltearon una moto y carros pertenecientes a la Asamblea Municipal del Poder Popular y provocaron lesiones a otras personas y graves daños materiales”.
Lee: De 5 a 16 años, las condenas para manifestantes cubanos del 11 de julio
Por otra parte, otro grupo de acusados, el 12 de julio de 2021, en la localidad de La Güinera, salieron a las calles y convocaron a los transeúntes y vecinos a que se les unieran. Lanzaron piedras, palos, botellas y cocteles molotov contra agentes del Ministerio del Interior y otros trabajadores de instituciones estatales presentes en el lugar. A quienes causaron lesiones, dijo el tribunal.
“Los procesados también asediaron por varias horas la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria del reparto Capri. Estos sucesos fueron deliberadamente organizados en medio de la situación compleja que atravesaba el país”.
En La Güinera fue abatido el único fallecido de las manifestaciones que estallaron en cerca de 50 ciudades al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”.
Dayron Martín Rodríguez, de 36 años, ese día “se puso a grabar para mandar a su padre el video”. Pero en medio de la multitud y al sentir la lluvia de piedras se cayó y perdió su teléfono, dijo a la AFP su madre Esmeralda Rodríguez.
No te pierdas: Bruno Rodríguez, el canciller cubano de la desinformación
Por su parte, Zoila Rodríguez, la madre de Katia Beirut, de 36 años, comentó que a su hija y al esposo de ella comenzaron a juzgarlos por “un delito de desorden público”. Pero terminaron haciéndolo por “sedición”.
La fiscalía dice en el expendiente que Katia grabó con su teléfono para “publicar todo lo que estaba ocurriendo. Y así lograr que más personas se les unieran”.
Otros 125 implicados en ambas protestas fueron sentenciados a penas de entre 6 y 26 años de privación de libertad. Uno a cuatro años de trabajo correccional sin internamiento y otro quedó absuelto. Todos podrán apelar sus sentencias ante el Tribunal Supremo. N
Con información de AFP