Si 2020 fue el año en que la pandemia detuvo al planeta, 2021 fue el año en que la resiliencia y la innovación lo aceleraron para ayudar a encarrilarlo. Casi todas las industrias del mundo se vieron obligadas a adaptar su forma de operar, especialmente la industria del turismo. Los nuevos requisitos de limpieza, las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos, el cierre de fronteras, la fluctuación del transporte aéreo y los picos de covid-19 impredecibles en todos los rincones del mundo interrumpieron los viajes de una manera histórica.
A medida que el año llegó a su fin, miré hacia atrás con orgullo por todo lo que ha logrado nuestra industria. Estoy más segura que nunca de que nuestros esfuerzos garantizaron que el poder de viajar continuará inspirando a personas en cada rincón del mundo.
Todos sabemos que viajar es transformador, vital para el crecimiento, la curación y la unidad. Viajar amplía nuestro horizonte, nos brinda la oportunidad de comprender y apreciar mucho más. Nos abre los ojos a nuevas culturas, cocinas y nuevas maneras de hacer las cosas. Viajar realmente nos une como seres humanos, lo que nos permite forjar nuevas amistades que valoraremos para siempre.
A medida que, sucesivamente, volví a viajar en 2021, estos sentimientos resonaron fuertemente en mí. Estaba llena de gratitud: gratitud por poder viajar nuevamente, por tener una conexión personal, por disfrutar de la belleza que nuestro mundo tiene para ofrecer. La mayoría de las personas con las que hablé sintieron lo mismo y se han dado cuenta de que viajar los hace sentir completos, los abre a nuevas formas de pensar y les permite contribuir más a la sociedad, ya sea en casa o a donde elijan viajar.
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Una encuesta reciente de Marriott International mostró que el 70 por ciento de los latinoamericanos clasifican los viajes como una de las tres actividades más importantes de sus vidas. No me extraña que el 81 por ciento ya haya comenzado a planificar unas vacaciones para 2022. Adicionalmente, creo que este número aumentará en los próximos meses.
¿Por qué? Porque después de más de un año y medio de bodas canceladas o pospuestas, lunas de miel, graduaciones, bautizos, aniversarios, despedidas de soltero, quinceañeras y más, la gente está anhelando la conexión personal más que nunca y buscando risas y abrazos. La industria de turismo está lista y ansiosa por hacer que esas experiencias sean aún más especiales.
El repunte de los viajes por placer llegó para quedarse. Vemos que muchos viajeros buscan crear conexiones auténticas con los lugares que visitan. Más que nunca, la gente reconoce que viajar equivale a la felicidad porque, cuando salimos al mundo, los lugares, las culturas y las personas que encontramos nos conmueven y transforman para siempre. Muchos de nosotros nos tomamos nuestros días libres para recargar energías y explorar, ampliando nuestras estancias y, una vez que regresen los viajes de negocios, añadiremos ocio para maximizar las experiencias.
¿Y LOS VIAJES CON PROPÓSITO?
Los viajes con propósito han surgido como una nueva forma de viajar y pueden presentarse de muchas formas: voluntariado en comunidades menos afortunadas, plantando árboles para compensar nuestra huella en el medioambiente o aprendiendo nuevas habilidades e idiomas de maestros locales. A medida que los viajeros se concentran más en el bienestar físico y mental, los hoteles y spas que brindan acceso a este tipo de servicios continuarán ocupados.
El popular segmento “todo incluido” seguirá prosperando dada la comodidad que ofrece. El 78 por ciento de los latinoamericanos está interesado en hospedarse en un resort “todo incluido” y el 40 por ciento está buscando hacer su próximo viaje con su familia extendida, un grupo objetivo para el que estos resorts se adaptan perfectamente con una amplia variedad de programación para niños, adultos, aventureros, amantes de la comida o exploradores.
Los viajes centrados en la comida son otra tendencia popular para el 2022. Se espera que los amantes de la comida y los curiosos culinarios disfruten de clases de cocina privadas, busquen comida callejera y visiten granjas para ver de dónde provienen sus alimentos.
Para la región de Latinoamérica y el Caribe, las oportunidades de aventuras culinarias son realmente infinitas. En México puedes visitar una finca donde se cosecha el agave azul para hacer tequila. Chile tiene un viñedo a gran altitud para ver dónde se crea el rico vino tinto Carmenare. Si visitas Argentina puedes tomar una clase con un gaucho para aprender a cocinar un asado clásico. Y en Jamaica puedes visitar un mercado de mariscos y aprender a filetear pescado fresco sazonado con las especias adecuadas.
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Nuestra región tiene una rica cultura y una geografía tan diversa que sin duda alguna proporciona actividades para todo tipo de viajeros.
Finalmente, ahora que trabajar desde cualquier lugar es la norma, el workations (trabajar desde un destino vacacional) y el bleisure (combinación de negocios y ocio) son la nueva sensación. Muchos no solo elegirán un destino y trabajarán de manera remota para luego explorar fuera del horario de oficina. A medida que los viajes de negocios se recuperan, las personas reconocen el privilegio y oportunidad de estar en una nueva ciudad o país para hacer negocios. Y eligen adicionar días a sus viajes para experimentar realmente su destino.
Los viajes son importantes tanto para nuestro bienestar como para nuestras economías. Es absolutamente vital que el sector no solo prospere, sino que continúe evolucionando para satisfacer los deseos y necesidades de los huéspedes. Tanto en el sector del ocio como en el empresarial, vemos muchas oportunidades de innovación continua que, sin duda, significarán mejores experiencias para nuestros huéspedes.
Yo, por mi parte, estoy lista para seguir explorando esta increíble región. N
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Diana Plazas-Trowbridge es directora de ventas y mercadotecnia de Marriott International en el Caribe y Latinoamérica. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.