Derivado de las declaraciones ministeriales del exdirector de PEMEX acusado de corrupto, Emilio Lozoya, el exsenador panista Jorge Luis Lavalle Maury fue puesto en prisión preventiva mientras se desahogan pruebas.
Después de una larga audiencia que se prolongó por más de 24 horas, un juez federal indicó que hay motivos para que se quede preso en el reclusorio Norte, hasta el próximo miércoles, antes de que se resuelva si es vinculado a proceso por asociación delictuosa, cohecho y lavado de dinero.
El mismo destino pueden correr los actuales gobernadores Francisco Domínguez Servién de Querétaro y Francisco García Cabeza de Vaca de Tamaulipas, quienes habrían recibido sobornos para aprobar reformas energéticas.
Emilio Lozoya acusó a Lavalle Maury y otros políticos y exfuncionarios de estar vinculados a la corrupción en PEMEX y con Odebrecht. El exdirector de la paraestatal sin embargo, no está en la cárcel por acuerdos legales y por que está acusando a otros que participaron del dinero.
El panista descalificó las acusaciones del peñista, y dijo que ningún delincuente confeso mancharía su nombre, por lo que se declaró inocente y a disposición de las autoridades.
“Tengo claro que este caso tiene motivaciones políticas y por tanto he decidido actuar con la prudencia y los cuidados que exige una denuncia plagada de falsedades, y un procedimiento en el que se han violado sistemáticamente derechos fundamentales y el debido proceso”, explicó en una carta que hizo pública el año pasado.